Está ubicado en una zona en plena expansión en Córdoba y cuenta con todo tipo de comodidades y lujos. La vivienda que comparte Julián Contreras con su padre en el seno de su nueva vida en la ciudad andaluza cuesta en torno a los 650-700 euros mensuales y cuenta con piscina, gimnasio, espacio de 'coworking', 'dining boutique', 'smart lockers' y un 'lobby' con área social, además de videovigilancia. Se trata de una de las viviendas de 'Stay' by Kronos, en el barrio de Valdeolleros, y que parece haber conquistado al 'youtuber', que ha empezado una nueva vida. "Está bien dentro de todo. Tiene un gran mundo interior", apunta alguien que le conoce bien a 'Jaleos', donde ha confesado que ha terminado por encontrar la paz que tanto le ha costado hallar.
Este complejo de edificios ofrece tres tipos de viviendas: de uno, dos y tres dormitorios. Son inmuebles que van desde los 50 m2 a los 110 m2 y que se pueden alquilar desde 700 euros, aunque tal y como apuntaron desde Telecinco, Julián estaría pagando 650.
Una urbanización a todo lujo
Tal y como hemos podido observar en la web de la promotora, estas viviendas cuentan con zonas comunes 'a todo lujo'. Desde un espacio 'coworking', que son zonas adaptadas para que los vecinos puedan trabajar; suelen tener mesas, enchufes para dispositivos electrónicos, sillas cómodas... Hasta un 'lobby' (que no es más que el espacio de la entrada) con área social.
También cuentan con piscina exterior comunitaria en la que disfrutar de los días más soleados en la ciudad cordobesa y una zona 'chill out' en la que relajarse o charlar con amigos. Es perfecto para los más pequeños.
Stay
El interior tampoco tiene nada que envidiar. Según muestran las imágenes, la cocina se encuentra abierta al salón-comedor y dispone del espacio necesario de almacenaje y zona de cocinado. Además, se trata de estancias de lo más luminosas gracias a grandes ventanales que aportan luz a toda la casa.
Cocina abierta al salón-comedor
Stay
Las habitaciones y los baños también son luminosas gracias a sus espacios abiertos y con puertas y armarios empotrados en tonos claros.
Stay
Stay
Entre las zonas comunes destaca un 'dinning boutique', que no es más que un restaurante de lujo en un espacio reducido. Allí, Julián y su padre pueden disfrutar del lujo gastronómico sin salir de su residencial.
Cuentan con la más cuidada tecnología, y es que no faltan 'smart lockers'. Son unas taquillas o armarios inteligentes. Allí, los vecinos pueden almacenar y acceder a paquetes, documentos o pertenencias de manera automatizada y segura. Suelen abrirse y cerrarse con pantallas táctiles, lectores de códigos QR, sensores o sistemas de autenticación (como códigos, contraseñas o tarjetas), lo que hace que el proceso de recogida y entrega sea más eficiente y seguro.
El mayor apoyo de su padre
Julián no se separa de su padre, a quien le diagnosticaron un glaucoma que le hace difícil su día a día. Una enfermedad degenerativa por la que incluso tuvo ser operado y cuyo postoperatorio fue especialmente complicado. "Mi padre está bien. La operación salió bien, pero el postoperatorio está siendo muy complicado. No ha habido complicaciones, pero está siendo complicado. Es una dedicación constante, al final no se puede defender debidamente por sí solo y hay que estar muy al quite", explicó Julián entonces.
Su nueva vida en Córdoba
Aunque continúa con sus vídeos de Youtube, también tiene un trabajo del que vivir: "Vivo de mi trabajo, de las actividades que hago, que algunas son más públicas y otras no, de mis sesiones de coaching, que por suerte funcionan bien y algunas cosas más comerciales, que hago también", confesaba a SEMANA.
Ahora hace una vida muy normal, alejada de "cualquier problema vecinal ni casero" que ya le persiguió en el pasado. Recordemos que hace unos doce meses estaba en boca de todos por las controvertidas declaraciones de la que había sido su casera. Esta le reclamaba públicamente más de 30.000 euros, cantidad que correspondía a supuestos impagos de alquiler y suministros durante más de tres años. "Este señor ha dejado de pagar el alquiler porque dentro del dinero que tiene prefiere utilizarlo para otras cosas", dijo la propietaria del piso de Móstoles, a las afueras de Madrid, donde vivió hasta 2023. Poco después se mudó a Cuenca y ahora ha rehecho su vida en Córdoba.
Además, aunque por fin ha llegado la calma a su vida, no ha sido fácil llegar hasta ese punto, y es que ha tenido que hacer frente a una depresión, la cual ha definido él mismo como "sus años más oscuros". "Escribí 420 cartas de despedida. Vivía pensando en que no tenía que vivir", confesó con el corazón en la mano. Afortunadamente aquello ya pasó.