La infanta Cristina y su madre, la reina emérita Sofía, fueron juntas a cenar el Viernes Santo a uno de los restaurantes con más solera de la capital, Casa Ciriaco, donde compartieron confidencias y unos platos muy sanos y sabrosos. La elección de la infanta delata lo mucho que se cuida y que está en un momento espléndido de su vida, ya divorciada de Iñaki Urdangarín, en el que se siente más libre y mejor que nunca. La infanta y su madre
Madre e hija muy unidas
Aunque amenazaba la lluvia, el clima fue benévolo y la procesión del Cristo de los Alabarderos pudo salir a recorrer las calles de la capital el Viernes Santo. Allí pudimos ver a madre e hija y la reina emérita Sofía fue nombrada miembro de honor de la congregación y recibió la medalla del Cristo de los Alabarderos. Acto en el que estuvo acompañada, además de por su hija Cristina, por su hermana, la princesa Irene de Grecia.
La procesión se inició en el Palacio Real y recorrió calles aledañas, la calle Bailén, calle Mayor… y fue en esa calle donde la infanta Cristina y la reina emérita decidieron cenar antes de reunirse de nuevo con las cofradías. El restaurante elegido fue Casa Ciriaco, antiguo almacén de vinos que se reconvirtió en taberna en 1929.
Curiosamente este local está vinculado a la historia de la monarquía en nuestro país ya que fue desde la cuarta planta del edificio donde se ubica el restaurante donde el anarquista Mateo Morral Roca, el 31 de mayo de 1906, arrojó la famosa bomba escondida en un ramo de flores a la comitiva del rey Alfonso XIII (abuelo del rey Juan Carlos) que acababa de contraer matrimonio en la iglesia de los Jerónimos con Victoria Eugenia de Battenmberg. En el atentado no salieron heridos los monarcas pero sí hubo varios fallecidos y cientos de heridos.
Una cena muy saludable
Doña Sofía y doña Cristina acudieron solas al restaurante para descansar, cenar y volver a incorporarse a las procesiones madrileñas. ¿Qué es lo que cenaron? La infanta Cristina pidió para compartir con su madre flor de alcachofa con velo de jamón ibérico, unas habitas salteadas y una tabla de quesos, un picoteo muy saludable donde sin duda aplaudimos la elección de la infanta por una de las verduras de temporada más saludables: la alcachofa.
Elegir verduras de temporada hace que nos aseguremos de que son más nutritivas, más sostenibles y más económicas también. La mejor época para comer alcachofas es, sin duda, la primavera, es cuando están en su punto, más sabrosas y con un mayor aporte de nutrientes. Además, acompañarlas con una proteína de calidad, como es el jamón ibérico, hace que sean un plato muy completo y saludable para la cena.
Después de la cena, la infanta y la reina Sofía retomaron la madrileña calle Mayor para ir hasta la Puerta del Sol y poder recibir la procesión del Cristo de Medinaceli y la de la Virgen de los siete Dolores. El recorrido lo hicieron andando juntas ante la sorpresa de los viandantes que reconocían a la hermana y la madre de Felipe VI. Después subieron a un coche en la calle Alcalá.
Beneficios de la alcachofa
La elección de la infanta para la cena es de lo más sabrosa y saludable, además de una cena ligera y antiinflamatoria. La alcachofa es un superalimento con múltiples beneficios para la salud, es ideal para el control de peso, para mantener a raya la inflamación y para deshinchar la barriga.
La alcachofa es rica en fibra e inulina, lo que favorece la digestión y ayuda a regular el metabolismo, contribuyendo a la quema de grasa y al control del colesterol. Sus propiedades diuréticas ayudan a eliminar líquidos y toxinas del cuerpo, lo que puede ser beneficioso para personas con retención de líquidos.
La Fundación Española del Corazón recomienda la alcachofa para prevenir y tratar el colesterol y la hipertensión gracias a sus fitoesteroles. Es una verdura muy saciante gracias a la gran cantidad de fibra que contiene y, al ser baja en calorías, es ideal para incluir en dietas de adelgazamiento, además está buenísima. No hay que pasar hambre ni penurias para adelgazar, podemos controlar el peso comiendo verdaderos manjares.
Estimula la producción de bilis y ayuda a depurar el hígado, siendo beneficiosa para personas con niveles altos de ácido úrico o problemas de vesícula. Por su alto contenido en inulina, un carbohidrato que se metaboliza lentamente, es recomendada para diabéticos ya que forma fructosa en lugar de glucosa.
Además, la alcachofa es una fuente de vitaminas y minerales como la vitamina C, calcio, magnesio, fósforo y potasio, lo que le confiere propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Una joya de la madre naturaleza y que, sin duda, es digna de la mesa de la realeza. Larga vida a la alcachofa.