La vida maravillosa, feliz y casi siempre perfecta de los 'influencers' no siempre es lo que parece. Sino que se lo digan a Anna Ferrer. La joven se ha abierto en canal y ha explicado abiertamente la enfermedad mental que sufre desde la adolescencia. "Os hablo un poquito de mi historia con la ansiedad generalizada”, ha dicho.
Anna ha admitido que tuvo su primer ataque de ansiedad durante el verano del 2018: "Yo no recuerdo haber estado tan mal de salud como ese verano de 2018. Yo iba en una moto de paquete y empecé a encontrarme muy mal. No veía, se me dormían las manos y la boca y entonces fue cuando mi madre me dijo: 'Vale, esto es un ataque de ansiedad, no pasa nada, te voy a llevar a terapia y vas a estar bien'. Y así fue", ha reconocido.
Anna Ferrer hablar sobre el trastorno de ansiedad generalizado que padece
Lo que realmente ha explicado la hija de Paz Padilla es que tiene episodios de ansiedad desde pequeña. Pero lejos de no afrontar el problema, ella ha hecho todo lo contrario y desde hace cinco años acude a terapia de forma regular para encontrar herramientas que le ayuden a gestionar los episodios ansiosos. La joven ha explicado que gracias a todo el trabajo que hace con su terapeuta, últimamente se siente mucho mejor. "Hace mucho que no sufro un ataque y eso significa que estoy muy bien, pero sí que creo que se aprende a vivir con ella. Ni se cura ni se supera, sino que aprendes a gestionarla y a entender y a comprender mejor tu cuerpo”, ha señalado. Y es que tal y como ha comentado ella, "la ansiedad no se puede elegir".
Asimismo, Anna ha admitido qué hace ella para calmar la ansiedad. Y, querida lectora, es muy útil. "Lo que me funciona mucho es hacer deporte, pasar tiempo de calidad con mis amigos y mi familia, estar sola, escuchándome, hablándome bien y tratarme bien", ha finalizado.
¿Qué podemos hacer cuando estamos ansiosos?
Lo más importante según los expertos en salud mental: paciencia. Quiérete. Ten paciencia contigo. Pasear durante media hora prestando atención al entorno, a la naturaleza que nos envuelve, a todas las sensaciones del cuerpo, etc… El ancla del bienestar es la respiración, es lo más efectivo para relajarse. No necesitamos mucho más. Siéntate en un lugar silencioso. Cierra los ojos y para detectar tensiones puedes “escanear” tu cuerpo concentrándote en cada parte una por una y realmente sentirlas.
Descansa y haz aquello que tanto te gusta. No dejes que te pasen por encima los días. Ahora es el momento perfecto para hacer algo que hace tiempo dejamos abandonado como escribir en un diario, escuchar a nuestro grupo favorito, leer aquella obra que abandonamos a medias… lo que sea, siempre que lo hagamos a gusto y con ganas. Y, lo más importante, si lo necesitas ve a terapia.