Hace unos días nos sorprendíamos con una imagen de lo más inusual por parte del Rey Juan Carlos: vestido con pantalones cortos amarillos, camisa de manga corta suelta por fuera y una gorra colocada hacia atrás (como un rapero de los de antes). No solo el atuendo, también el escenario en el que se encontraba, hacía abrir los ojos más de la cuenta, pues el monarca estaba asando carne en una barbacoa. La estampa se salía completamente de los márgenes oficiales, y no en vano pertenecía al álbum familiar de Corinna Larsen, su antigua amiga entrañable, quien ha facilitado la instantánea para ilustrar su última entrevista en la revista francesa Paris Match.
Los comentarios y memes al respecto no tardaron en poblar redes y medios de comunicación. Pero quizás no es de extrañar que el padre de Felipe VI 'se atreviera a tanto' para vestirse de andar por casa, en un momento completamente relajado. El monarca nos ha ido dejando pistas a lo largo de muchas décadas. Pistas de estilo que, ajenas al traje de corbata o el esmoquin, revelan mucho de esa faceta campechana con la que siempre se le identifica. Nosotros nos hemos ocupado en buscarlas y publicarlas para todas vosotras...
El Rey Juan Carlos siempre ha estado considerado como uno de los hombres más elegantes del mundo. Su porte, altura y buena forma física hacían que todo lo que quedase estupendamente. Los trajes con botones cruzados y sus variadas corbatas son legendarias. Eso en el aspecto más formal. Cuando se apeaba de la agenda era otra cosa. Y en especial cuando disfrutaba de sus vacaciones en Mallorca. Durante sus años mozos la isla balear era su verdadero paraíso.
Allí podía navegar, reunirse con sus mejores amigos, salir a cenar a sus restaurantes preferidos... Todo eran ventajas. Eran esos días en los que sacaba de su armario las prendas más casual, sin etiqueta. Pantalones cortos, vaqueros, camisas ajustadas, polos... Y siempre con náuticos o mocasines de piel con suela de puntos de goma, su calzado fetiche. No había colores prohibidos para él. ¿Unos pantalones rosa? ¿Por qué no? Hablamos de cuando el rosa era 'imposible' para los caballeros. Camisetas pegadas con logo, jerseys sobre los hombros, pitillo en la boca... La imagen de un seductor Príncipe, luego Rey, que no pasaba inadvertido.
Todo lo cual demuestra que Don Juan Carlos siempre ha sido un adelantado en cuestiones de estilo. Mucho más atrevido que su hijo Felipe, menos clásico, más desinhibido. No hay más que añadir. Pasemos a las pruebas...