Solo unos días después de que la Princesa Leonor ingresara en la Escuela Naval de Marín se encontró con el primer escollo. Tras realizar sus primeras maniobras y supuestamente superarlas con honores, sus superiores vieron algo en ella completamente inesperado. Nos referimos a su forma física, la cual distaba mucho de la de sus compañeros, quienes como ella ahora forman parte de uno de los centros de mayor exigencia militar del país. "No está en las condiciones óptimas para seguir los entrenamientos estrictos a los que están acostumbrados aquí", se dijo.
Giro de 180 grados en la Escuela Naval de Marín
Un mensaje que, a tenor de las últimas noticias, ha calado hondo en la primogénita de los Reyes, Felipe y Letizia. Le instaron a que se pusiera en forma y vaya si lo ha hecho. Prueba de ello que los altos mandos de la escuela hayan cambiado de opinión de forma drástica, tal y como cuentan en 'Monarquía Confidencial'. "Está muy implicada, muy colaborativa con sus compañeros y se le ve su ilusión y ganas por aprender", confiesan fuentes cercanas a la base de Marín.
Aunque en un principio parecía faltarle iniciativa y se quedaba rezagada, algo en ella ha cambiado de manera radical. Leonor no es la misma y así lo dejó ver durante sus últimas maniobras en alta mar, donde incluso demostró su destreza salvando un hombre al agua. Sin titubeos fue ella quien subió, a pleno pulmón, a un muñeco a bordo del barco y quien logró superar con nota una prueba tan importante en la Armada como esta.
Según explicaron fuentes oficiales, la Princesa Leonor realizó su primera salida de este curso en las lanchas de instrucción, en las cuales les enseñaron "la recogida de hombre al agua o atracadas o desatracadas". Aunque lo más importante no era que el resultado fuera bueno o malo, sino que Leonor y el resto de guardiamarinas supieran trabajar juntos. "Han comenzado forjar unión entre dotaciones", deslizaron desde la escuela, donde Leonor tiene previsto quedarse hasta finales de diciembre.
El estricto e intenso horario de la Princesa Leonor
Es allí donde Leonor y el resto de compañeros llevan un ritmo frenético. De hecho, comienzan a las 06.45 de la mañana, hora a la que se despiertan los alumnos, siendo a las 07.45 cuando deben pasar revista para poco después comenzar sus clases. Cinco horas por la mañana, tres por la tarde y una hora de deporte son solo algunos de los quehaceres que cada día la hija de Sus Majestades debe llevar a cabo.
La Princesa Leonor intenta que sean los fines de semana, a partir de la media mañana del sábado, su momento más ocioso. Ella, al igual que el resto de militares, puede abandonar el centro para hacer planes con algunos de sus compañeros, una opción a la que ella se acoge a menudo. Recordemos cuando durante sus primeros días salió a tapear a un restaurante cercano a Pontevedra, donde se mostró "muy cercana y amable", según nos contaron testigos presenciales.
El objetivo de estas salidas no es otro que "ayudar a cohesionar el grupo de personas que ingresa en la escuela" para así estrechar relaciones. Un propósito cumplido para Leonor, pues está más que integrada con el resto. Así nos lo asegura el experto en comunicación no verbal, Javier Torregrosa, quien tiene claro que la Princesa se siente una más en Marín, en Galicia.
La opinión de un experto en comunicación no verbal sobre la Princesa Leonor
Leonor va con paso firme. Tiene "cierta seguridad" y grandes capacidades, aunque esto no solo lo ha dejado patente en la Escuela Naval de Marín, sino en otras muchas de sus apariciones.
"Se le ve cierta seguridad. Leonor tiene muchas capacidades de base, sobre todo, emocionales como de seguridad y supervivencia, irá desarrollando todas esas competencias innatas. En otros vídeos distintos a este, hemos visto que su gran emocionalidad también le hace recurrir a obtener seguridad en ciertas ocasiones (actos públicos) apoyándose en miembros de su familia (cogiéndose del brazo de su hermana), pero en este vídeo se le ve resuelta", dice Torregrosa, fundador de 'No Verbal' a SEMANA.
El impacto de la Formación Militar en la Princesa Leonor
Leonor ha ganado protagonismo en los últimos meses, especialmente desde que alcanzara la mayoría de edad y jurara bandera el pasado 31 de octubre. Desde entonces nos muestra otra faceta, una completamente diferente que nos lleva a conocer una versión diferente de ella.
Es Torregrosa, quien de nuevo, nos habla del giro de 180 grados que ha experimentado Leonor al comenzar su formación militar. Mientras él insiste en que ve a alguien más contenido en los gestos, la experta en protocolo Diana Rubio dice ver a alguien "más maduro y formal".