Veinte años después de que la Reina Letizia y el Rey Felipe se dieran el 'sí, quiero' en la catedral de La Almudena, se descubre un detalle desconocido del vestido de novia de la entonces princesa. Confeccionado en seda italiana, bordado en hilo de plata y oro satinado y con cola de cuatro metros y medio, llamó la atención por su cuello chimenea. También porque se dijo que su diseñador, Pertegaz, les cobró solo 6.000 euros, a pesar de que sus piezas estaban a la venta por más de 45.000 euros. Es ahora, dos décadas más tarde, cuando se descubre otro detalle, cómo se gestó la elección del modisto nupcial. 

El vestido de novia de Letizia

Gtres

Por aquel entonces Manuel Pertegaz tenía 86 años, un número que, en un principio, jugaba en su contra. Aunque era uno de los nombres más valorados de la quiniela, miembros de Casa Real empezaron a investigar para saber si se encontraba en sus plenas facultades. La primera en hacerlo fue la Infanta Pilar de Borbón, que movió hilos para tener información de primera mano. Pero, ¿cuál fue su primer movimiento? Según ha explicado la sobrina de Pertegaz, le preguntó directamente doña Pilar en el rastrillo Nuevo Futuro en Madrid. Corría el año 2004. 

Así lo cuenta Dione Pertegaz. "En el rastrillo la directora era doña Pilar de Borbón, la hermana del Rey Juan Carlos. Me preguntó cómo estaba mi tío y le dije que estaba estupendamente. Le pregunté por qué lo decía y ella me dijo que como era mayor...Le respondí que era cierto, pero que estaba estupendo. Me preguntó cómo tenía la cabeza, le dije que mejor que la mía. Le pedí que no disimulara, me di cuenta de que me estaba preguntando si mi tío era capaz de hacer el traje de Letizia. Se quedó ojiplática y me dijo que sí. Le dije que podía contar con él porque estaba en perfectas condiciones físicas y psíquicas", asegura en la televisión de Aragón. 

La marca de Pertegaz facturó 9 millones de euros al año después de la muerte del diseñador

Dione tuvo la suerte de aprender de uno de los mejores diseñadores de España. Trabajó junto al Aguja de Oro durante 40 años y juntos lograron afianzar la marca que tras su muerte llegó a facturar más de 9 millones de euros al año. Aunque ya no trabaja en ello, quien si se quedó fue Sionín Caus Pertegaz, su hermana. Ninguna de las dos esconde que el colofón de la carrera de su tío fue el vestido de Letizia, el cual ahora se puede ver y admirar en el Museo del Traje de la capital. 

Pertegaz jamás contó secretos de sus clientas, mucho menos de la Reina Letizia

Quien tuvo la oportunidad de ser su cliente o simplemente trabajó a su lado confirma que era guardián de sus propios secretos. Jamás delató o sacó a la luz confidencias de sus clientas, entre las que se encontraban damas de alta sociedad. Se le ofreció incluso escribir un libro en el que plasmar sus vivencias, pero se negó a dar ese paso. "Y siempre digo que no. El legado de la casa Pertegaz está a salvo", dice su sobrina cuando le preguntan si algún día cambiará de opinión.