Don Felipe y Don Juan Carlos son diferentes en casi todo, incluso en ser padres. O mejor dicho, en la forma de ser padres. Los dos reyes tienen estilos en polos opuestos, producto no solo de la lógica diferencia de edad y de épocas, sino también de un carácter que con el paso de los años se ha revelado crucial.
Los Reyes y sus dos hijas haciéndose un selfie.
Casa de S.M. el Rey.
A eso vamos con ocasión de la fiesta del Día del Padre. Este 19 de marzo a buen seguro que los monarcas habrán recibido las felicitaciones de sus hijos, aunque cada uno en diversas circunstancias.
"Un rey es tradicional y el otro aperturista", analiza un experto en lenguaje no verbal
En SEMANA contamos con Julio García Gómez, analista de expresión gestual de la Fundación Casaverde, para analizar en función de una serie de fotografías cómo se percibe a los monarcas en su papel de padres: "Son estilos diferentes. Se trata por una lado de un padre tradicional en el caso del Rey Juan Carlos, y de otro más actual y aperturista por lo que respecta al Rey Felipe".
El Rey Juan Carlos y el Rey Felipe, en 2018 .
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"Con la distancia que marcan los años pasados de las fotografía familiares de unos y otros, en todas ellas hay gestos muy llamativos de cariño y afecto paternal, de miradas muy directas a sus hijos, tanto en Juan Carlos como en Felipe", añade el experto.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, 'lejos' de su padre
Curiosamente, hay algo en común para ambos en estos momentos y es la distancia con sus hijos. Una distancia ‘obligada’ que afortunadamente nada tiene que ver con un desapego sentimental, con roces o rupturas.
El Rey Felipe, rodeado de su familia.
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Como sabemos, las hijas del Rey Felipe, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, se encuentran lejos de casa en estos momentos.
La heredera sigue de travesía por América a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. De hecho, justo Leonor acababa de desembarcar (antes de tiempo) en Chile.
Mientras tanto, la menor prosigue sus estudios de bachillerato en el internado UWC Atlantic College de Gales. No dudamos de que las jóvenes contactarán en algún momento u otro con su padre para expresarle su cariño.
El Rey Juan Carlos, con sus hijas y sus nietos en Madrid.
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Por otro lado está el Rey Juan Carlos. Al monarca emérito es más difícil seguirle la pista. Desde agosto de 2020 tiene establecida su residencia en Abu Dabi, pero también es frecuente que pase tiempo en Suiza o incluso Londres. Además de sus frecuentes viajes a Sanxenxo, su refugio español, amparado por sus amigos y su pasión por la vela. La última vez que le hemos visto en público fue el pasado 8 de febrero, en Lisboa, para asistir al funeral del Aga Khan IV.
En su caso, y dada su avanzada edad, son sus hijas las que suelen desplazarse para verle. La Infanta Elena y la Infanta Cristina son las mejores escuderas paternas y ejercen como hijas ejemplares. No hay discusión en este punto.
De hecho, el pasado 5 de enero estuvieron junto a él en Abu Dabi para celebrar su 87 cumpleaños. Son ellas las que no fallan a su lado, las que le prestan su brazo para caminar y al que muestran un amor y una admiración incondicionales.
El Rey Juan Carlos rodeado de su familia.
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Solo el Rey Felipe causaba baja en este aniversario, un año más. Y es que su papel institucional colisiona con estas demostraciones públicas de apoyo a un soberano que continúa en entredicho a causa de las prácticas dudosas que todo el mundo conoce. Este ha sido y es el mayor escollo entre padre e hijo.
Es cierto que su relación ha superado las peores etapas, cuando apenas se veían o hablaban, y que ahora se encuentra en un estado más normalizado, una vez que a Don Juan Carlos se le ha exonerado de sus causas judiciales. De lo que no se puede dudar, pese a todo, es del respeto que les une como padre e hijo.
Felipe brindó su apoyo al Rey Juan Carlos en la misa en memoria de Constantino de Grecia, en Windsor.
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En los últimos años, tan complicados en tantos aspectos, los gestos entre ellos se han suavizado e incluso se han dejado ver junto en público. Como en el funeral de Constantino de Grecia, en Atenas, donde se pudo captar un beso entre ambos. O luego en una misa en memoria de hermano de Doña Sofía en Windsor. Una cosa es la relación institucional y otra muy distinta es la privada.
Así las cosas, podemos concluir que los dos reyes y sus hijos se quieren y que no hay problemas graves más allá de lo habitual en cualquier familia. Todo lo cual nos lleva a retroceder al pasado y comprender el origen de todo.
El Rey Juan Carlos y su difícil relación con su padre, Don Juan
Don Juan Carlos fue un niño criado en el exilio, en plena posguerra, que se separaría de sus padres y hermanos en Estoril para venir a España a forjarse un hipotético futuro como rey bajo el amparo de Franco.
Esto hizo que la relación con su propio padre, Don Juan de Borbón, fuera conflictiva en muchos momentos, debatiéndose entre el amor filial y el deber. La máxima amargura llegaría cuando Don Juan tuvo que renunciar a sus derechos dinásticos a favor de su hijo, sin vuelta atrás. Todo esto marcó una determinada manera de ser para Juan Carlos.
Juan Carlos y Sofía, unos jóvenes padres.
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Cuando en 1962 se casó con Doña Sofía y posteriormente tuvieron a sus tres hijos, el papel de padre no era lo prioritario para él. La joven familia se instaló en La Zarzuela, desde donde Don Juan Carlos luchaba por reinstaurar la Corona y gozar del favor de los españoles.
En aquellos tiempos, la crianza no era igualitaria en los hogares, mucho menos en uno de la realeza, donde las niñeras se ocupaban de la intendencia diaria. El joven padre Don Juan Carlos no cambiaba pañales, ese es un concepto bastante moderno.
Los Reyes Juan Carlos y Sofía con sus tres hijos de adolescentes.
Archivo SEMANA.
Aunque eso no quita para que el Rey emérito siempre haya sido cariñoso con sus hijos, con los que jugaba, hacía deporte y estaba al tanto de sus necesidades. Pero digamos que, al final, el cuidado de los niños era un asunto eminentemente femenino.
El Rey Juan Carlos, abrazando a la Infanta Cristina.
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Hay muchas fotos de la época con todos posando en los jardines de su residencia e incluso en los cumpleaños infantiles. En la foto de arriba, de Don Juan Carlos pasándole el brazo por el hombro a la Infanta Cristina: "Es una instantánea muy emotiva. Él dirige su mirada de vigía y guardián hacia ella con cierta timidez y ella parecer decir con la expresión 'te quiero papá'".
Elena, Cristina y Felipe fueron creciendo con sus padres convertidos en reyes y en un entorno bajo el foco, lo que lógicamente ha determinado la manera de comportarse en público como familia.
Ahora los papeles se han invertido, y las hijas mayores hacen patente toda su ternura con su anciano padre. Algo que podemos observar perfectamente en la fotografía inferior, realizada a la salida de la comida por el 60 cumpleaños de la Infanta Elena, donde padre e hija nos sorprendieron con un insólito ritual de despedida.
El Rey Juan Carlos 'bendice' a su hija Elena.
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Para el experto Julio García Gómez se trata de "una foto llena de emotividad y protección, en la que Don Juan Carlos posa su mano sobre la cabeza de ella a modo de 'recibe mi bendición'. Es una imagen protectora cien por cien con la mano derecha de la Infanta en el hombro de su padre. Hay una conexión especial entre ellos y queda patente en este diálogo no verbal padre e hija, más allá del protocolo oficial".
El Rey Felipe, rendido ante sus hijas
Don Felipe fue muy consciente desde niño de sus obligaciones y empezando a asumir funciones oficiales desde muy joven. A ser responsable. En ese sentido es serio y formal, por lo que se le presume mucho más parecido a su madre que a su padre.
En el ámbito personal, sin embargo, una vez que se casó con Doña Letizia, aquel 22 de mayo de 2004, y llegaron Leonor y Sofía, el monarca se empeñó en formar una familia y un hogar ‘de verdad’.
El Rey Felipe confía de lleno en su heredera, la Princesa Leonor.
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Salvando las distancias, digamos que en un ambiente más similar al de una familia media española. Disfrutando de un matrimonio construido entre dos y educando a sus hijas en respeto y valores, como ellas mismas destacaron en el discurso sorpresa que le regalaron al Rey en la celebración de su 10º aniversario en el Trono.
Leonor y Sofía besando a su padre en su 10º aniversario como Rey
Casa de S.M. el Rey.
La sensación que nos da el Rey Felipe cuando le vemos en familia es la de orgullo y complicidad. Los Reyes y sus hijas salen al teatro y a restaurantes, se hacen selfies, viajan juntos... Los tiempos han cambiado, pero esta naturalidad nunca la vimos con Don Juan Carlos.
A Don Felipe literalmente se le cae la baba con sus ‘niñas’. Es un padre afectuoso, comprensivo, ‘enamorado’ de Leonor y Sofía.
El Rey Felipe, abrazando a su hija menor, la Infanta Sofía.
Casa de S.M. el Rey.
Nuestro experto en lenguaje no verbal, destaca esta foto de Don Felipe con la Infanta Sofía: "Está llena de gestos muy expresivos de felicidad y amor paterno. El Rey con una mirada muy directa a cámara, una sonrisa abierta, muy expresiva, como pocas veces vemos en fotografías, ya que normalmente dibuja una media sonrisa, rodeando con sus brazos a Sofía, en señal de sobreprotección, muestra apoyo y ayuda infinitos".
Este Día del Padre el Rey Felipe ha despejado su agenda en esta jornada especial y solo la Reina Letizia tiene un compromiso de agenda por la mañana. Eso sí, el soberano no se ha quedado en Madrid, ya que ha planeado una visita privada en solitario a Valencia. También el pasado fin de semana Don Felipe se dedicó una escapada a la nieve para practicar el esquí.
El Rey Felipe, caminando junto a la Princesa Leonor.
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Se nota que el Rey Felipe echa de menos a Leonor y Sofía, que está viviendo el síndrome del 'nido vacío', pero entiende perfectamente que las jóvenes están en otra etapa de su formación. Mejor que nadie, puesto que a él le ocurrió lo mismo.
"El contacto físico de los Reyes con sus hijos proyecta la buena relación paterno filial", asegura nuestro experto
El estilo del Rey Felipe como padre es acorde al siglo XXI. Implicado, natural y sin distinciones. Aunque Leonor será la futura Reina, porque así toca en la monarquía, tanto el Rey como la Reina Letizia han procurado dar su lugar a cada una de sus hijas. Los cuatro forman ese "núcleo duro" de la Familia Real tan proclamado.
Los Reyes y sus hijas, Leonor y Sofía, en una imagen de divertida complicidad durante un verano en Mallorca.
Casa de S.M. el Rey.
El analista Julio García Gómez valora la especial conexión del monarca: "Destaca en la serie fotográfica la calidad humana de Juan Carlos y Felipe por la forma en que dirigen su mirada a sus hijos. Felipe en un selfie repleto de ternura con sus hijas y Letizia al lado, nos presenta las claves de la cercanía y el contacto físico mejilla con mejilla con la Princesa Leonor"
"En el análisis gestual el contacto físico entre dos personas siempre proyecta claves de interés de la buena relación paterno filial, el vínculo directo e inmediato en primer grado que une a padres e hijos y que se conoce también con el nombre técnico de filiación", concluye.