Educadas en el más riguroso protocolo de la Casa Real, la princesa Leonor y la infanta Sofía han pecado de relajadas y se han saltado las normas y el protocolo oficial ante tanta emoción por los triunfos de los deportistas españoles en las últimas dos jornadas deportivas a las que han asistido.
Haciendo gala de su inexperiencia, pero refrescante naturalidad, las hermanas han saludado de un modo muy especial —y no permitido— al equipo de natación femenino en los vestuarios. ¡Dale al play!