El pasado 15 de marzo, Casa Real lanzaba un comunicado en el que se anuncia que el rey Felipe VI renunciaba a la herencia de su padre, don Juan Carlos, y le retiraba su asignación pública. Una decisión sin precedentes que se tomaba días después de que saliera a la luz varias informaciones en las que se señalaban al rey de España como beneficiario de dos fundaciones que estaban vinculadas a una donación de 65 millones de euros procedente de Arabia Saudí. Ante esto, y a punto de cumplirse un mes del anuncio, la polémica está servida a raíz de que aún no se han hecho públicas las cuentas de la Casa del Rey.
El Estado de Alarma ha perjudicado la publicación de las cuentas de las actividades anuales de la institución, así como el uso de los fondos públicos que los Presupuestos Generales del Estado destina a la Familia Real Española. Desde hace varios años, en un ejercicio de transparencia, Zarzuela hace públicos estos documentos entre finales de marzo y principios de abril. Sin embargo, la crisis sanitaria por la que está atravesando nuestro país ha condicionado la publicación de estas cuentas.
Sin embargo, Casa Real, a través de varias fuentes internas citadas por 'Monarquía Confidencial', aseguran que están pendientes de los procedimientos administrativas: "En este momento no se puede concretar, son procedimiento que en un momento u otro deben ser publicados".
Felipe VI sale al paso de la polémica
El rey de España, mediante el comunicado, ha renunciado a «cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona». Se trata, según explica el monarca, de un ejercicio de responsabilidad que sirve para velar por la dignidad de la institución. Así fue como el rey Felipe VI salió al paso de una publicación de 'The Telegraph' en la que se asegura que Felipe VI es beneficiario de dos fundaciones llamadas «Zagatka» y «Lucum», ambas creadas por su padre.
Sobre la primera fundación, el rey afirmó que desconocía su existencia y su supuesta designación como beneficiario de la misma. Y en su momento especificó que en caso de que fuera cierto, renunciaba a la misma. Por otro lado, sobre la segunda, el marido de Letizia admitía que tuvo conocimiento de ella en marzo de 2019 y que un mes después, y a través de un despacho de abogados, dirigió una carta a su padre para renunciar a ella. «Si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad«, rezaba el comunicado.
Además, en aquel momento, el rey de España dejó constancia de que su padre fue informado de la decisión de la retirada de su asignación y este insistió en que debía hacerse público que "de las dos Fundaciones en ningún momento facilitó información a su hijo". Desde entonces, y en todas las apariciones que ha tenido Felipe VI en su despacho hemos podido comprobar cómo el monarca ha quitado todo rastro del emérito.
Las cuentas de la Familia Real Española
A la espera de que la situación lo permita, en las cuentas que se harán públicas se recogerá el ejercicio económico de 2019 de la Casa Real, las asignaciones que recibirán en 2020 los miembros de la Familia Real (dónde se especificará qué se hará con los 200.000 euros anuales que están destinado al rey emérito), los sueldos del personal de Zarzula, así como la lista de regalos que reciben.
El año pasado, 440 fue el número de obsequios que recibió Casa Real. De todos los presentes, Felipe VI es el que recibe el mayor número de regalo. En 2018, más del 50%, es decir, un total de 225 regalos fueron para el rey de España. A él, le sigue doña Letizia, sus hijas y sus padres.