Son fechas de Semana Santa, pero la pandemia ha provocado que nuevamente vivamos una fiestas atípicas con el cierre perimetral que afecta a todo el país desde el pasado 26 de marzo. Ante esta realidad ha sorprendido, y mucho, el viaje de la infanta Cristina a Vitoria para disfrutar de unos días junto a su marido, Iñaki Urdangarin.
La hermana de Felipe VI, que reside en Ginebra, llegaba a la capital alavesa el pasado viernes. Su marido está cumpliendo el tercer grado en la cárcel de Zaballa -a la que fue trasladado el pasado mes de marzo- y donde acude regularmente de lunes a jueves tras su trabajo como asesor en un prestigioso bufete de abogados. Los fines de semana puede pernoctar en la casa de su madre, Claire Libaert, situada en una prestigiosa urbanización de Vitoria.
Durante esta visita, la infanta visitó el complejo deportivo 'El Estadio' del que está al frente uno de sus cuñados. En esta ocasión estuvo acompañada por uno de sus hijos y también por su familia política, tal y como ha detallado la agencia EFE. Una vez se ha dado a conocer este viaje, muchos han sido los que han mostrado su profunda indignación al respecto.
Recordamos que la Comunidad Autónoma Vasca está cerrada perimetralmente desde hace meses por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, sí que se permiten los viajes desde el extranjero, por tanto este desplazamiento no estaría prohibido aunque sí desaconsejado si no es eminentemente esencial. En esta ocasión, el motivo principal del viaje no es otro que realizar una visita a un familiar cuando entre comunidades no se puede efectuar el desplazamiento por el cierre perimetral marcado por la Semana Santa.
La polémica vacunación
Nuevamente la infanta Cristina es cuestionada públicamente tan solo un mes después de su vacunación en Abu Dabi junto a su hermana, la infanta Elena. Ambas aprovecharon un viaje en el que visitaron a su padre, el rey Juan Carlos, para inmunizarse contra el virus. El monarca emérito permanece en los Emiratos Árabes desde el pasado mes de agosto cuando tomó la decisión de abandonar España.
Las hermanas de Felipe VI se defendían de las acusaciones con un escueto comunicado en el que señalaban lo siguiente: «Ante las informaciones publicadas en la prensa sobre la vacunación de que he sido objeto, quiero efectuar la siguiente aclaración. Tanto mi hermana como yo hemos acudido a visitar a nuestro padre y con el objeto de tener un pasaporte sanitario que nos permitiera hacerlo regularmente, se nos ofreció la posibilidad de vacunarnos, a lo que accedimos". Añadían que de no ser por esta circunstancia habrían accedido al turno pertinente de vacunación que les tocaba en España, "cuando nos hubiera correspondido".