La polémica vuelve a servirse en Casa Real. Una nueva campaña publicitaria ha situado a la infanta Elena como un icono comunista. Una imagen que ha empapelado las calles de Valencia por completo, dado que el objetivo de este polémico cartel es promocionar la octava edición del Festival de Poesía de Valencia. Y el escándalo puede ser mayor, porque esta iniciativa ha sido patrocinada por las instituciones públicas de la comunidad, por lo que muchos lo han entendido como un agravio o desafía hacia la hermana del Rey Felipe VI.
La infanta Elena, la única que arropa a su padre en su día más decisivo
La imagen del cartel del Festival protagonizado por la infanta Elena, muy a su pesar podría ser ‘cortesano’, si tan solo se repara en que en la imagen la hija del Rey Juan Carlos sale favorecida, los tonos utilizados son sobrios, en blanco y negro, y que se trata de una imagen hiperealista, sin ápice de sátira o crítica. Sin embargo, un pequeño detalle echa todo por tierra: el pendiente con la hoz y el martillo que componen el símbolo comunista.
Tanto los organizadores del Festival de Poesía de Valencia como las instituciones públicas que la respaldan sabían muy bien cuál era el objetivo perseguido con este cartel: generar polémica e incitar al público a debatir. Lo sabían de antemano y conocían que su póster podría ser muy mal acogido por muchos, así como en la propia Zarzuela. Decimos esto, porque ya desde su página web han contextualizado la obra y han explicado su cometido, para minimizar la posible reacción negativa hacia el evidente escándalo.
“Es un retrato realista de una figura que ha trascendido la política, propia de la cultura pop, como es la infanta doña Elena y un símbolo político que representa la ideología comunista para provocar una reflexión sobre si lo figurativo e icónico realmente puede generar una imagen explícita evidente”, detallan en la página web oficial del Festival de Poesía de Valencia para presentar el cartel más polémico de la infanta Elena.