La noticia cayó como una bomba: las Infantas de España, Elena y Cristina, se habían vacunado en Abu Dabi. Lo hacían durante una visita a su padre, el Rey Don Juan Carlos, que vive desde el año pasado en el extranjero como consecuencia de su conducta poco ejemplar y sus líos con Hacienda. Allí, padre e hijas se reencontraban y aprovechaban para ponerse la vacuna china contra la Covid-19.Las reacciones no tardaron en llegar y las críticas desencadenaron un comunicado por parte de las Infantas que solo contribuyó a echar más leña al fuego. “Tanto mi hermana como yo hemos acudido a visitar a nuestro padre y con el objeto de tener un pasaporte sanitario que nos permitiera hacerlo regularmente, se nos ofreció la posibilidad de vacunarnos, a lo que accedimos", rezaba el escrito. La opinión pública se les echó encima y aún hoy colean las críticas.
Sin embargo, en medio de la tormenta, la Infanta Elena, lejos de esconderse, se dejó ver este miércoles en su puesto de trabajo habitual en la Fundación Mapfre y después se desplazó a Zarzuela. Sí, a Zarzuela. Pero, ¿a qué iba la primogénita de Don Juan Carlos?Algunas fuentes apuntaban a que se tratase de una visita rutinaria a su madre, la Reina Doña Sofía, mientras que otros aseguraban que lo hacía para mantener una seria conversación con su hermano, el Rey Felipe VI. El actual jefe del Estado es, a todas luces, el principal damnificado en esta crisis reputacional de la Corona a raíz de esta información y hay quien apuntaba a que Elena podía sentarse con su hermano para aclarar lo sucedido.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa PressPero no, la intención de Doña Elena era muy distinta, al menos en el día de ayer. Tal y como ha podido saber SEMANA en exclusiva, la infanta se dirigió a Zarzuela para montar a caballo. Según nos informan nuestras fuentes, Elena acude con mucha frecuencia a las cuadras de Zarzuela para montar sus equinos, Jordano y Qant, que son los mismos con los que hace relativamente poco comenzó de nuevo a participar en competiciones hípicas. Siempre con pseudónimo, la Infanta suele inscribirse en diferentes torneos de esta disciplina y sus mejores animales no son otros que Jordano y Qant, los caballos que duermen en Zarzuela.
Por eso, este miércoles, Elena acudió a montar continuando con una práctica que es muy habitual para ella. Según ha podido saber esta revista, normalmente, aprovecha las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 17:00 de la tarde para disfrutar de su principal afición, la hípica.Así, este fue y no otro el motivo que llevó a Elena a visitar las instalaciones de Zarzuela. La amazona buscaba relajarse y desconectar tras una jornada realmente tensa por el revuelo mediático desatado tras la noticia de su vacunación.