Por primera vez, los Reyes Felipe VI y Letizia han presidido la recepción a las autoridades de las Illes Balears en Marivent, y no en el palacio de La Almudaina, donde tradicionalmente se ha celebrado esta cita. Los ha acompañado doña Sofía, en la que es su primera aparición este verano.
La Familia Real apura sus últimos días en Palma de Mallorca, en una semana cargada de compromisos oficiales... y de importantes cambios. Este jueves, los Reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de la reina Sofía, han presidido la recepción a las autoridades de las Illes Balears con y una representación de la sociedad balear en el Palacio de Marivent. De este modo han roto la tradición de celebrar esta cita en el palacio de La Almudaina, que durante años ha sido el escenario elegido por los monarcas para recibir a las autoridades de la isla. Por primera vez en la historia de los veranos 'reales', el palacete abre sus puertas para acoger un acto institucional, además del clásico posado del verano. Con este gesto, el rey y su mujer quieren transmitir un claro mensaje: llegan tiempos de cambio.
Es la primera vez que los monarcas abren este emblemático lugar a la sociedad civil, y no es casualidad que lo hayan hecho. Se trata de una meditada decisión de Felipe VI de transparencia y aperturismo de la monarquía. Que el cóctel en el que tradicionalmente el Rey y los suyos reciben a la sociedad civil mallorquina no haya tenido lugar en La Almudaina cobra este año un importante matiz. El hecho de que lo hayan movido al palacio en el que durante décadas han veraneado los reyes, sus hijos -y algunos invitados ilustres-, responde a cuestiones profundas que tienen que ver con una nueva era, un nuevo rumbo en la monarquía.
El gesto de Felipe VI (y Letizia) para demostrar un cambio en la Corona
No se trata de un simple cambio de emplazamiento. Este cambio, con el que han abierto por primera vez su casa de verano a la sociedad civil, implica mucho más de lo que en apariencia vemos. La determinación de 'reinventar' Marivent para hacer de él un escenario a los civiles responde a los esfuerzos de Felipe VI por demostrar una mayor cercanía, además de más ejemplaridad, a la Corona.
Podría decirse que hay otro mensaje implícito en esta aparición en Palma. La 'reaparición' de las dos reinas juntas de nuevo echa por tierra las dudas sobre las posibles rencillas entre suegra y nuera. Si antaño fueron protagonistas de momentos de tensión (precisamente en esta isla, en la Misa de Pascua de 2018), el suceso forma parte del pasado. Ahora reina la paz y la armonía entre la reina -a quien hemos visto espectacular con un vestidazo naranja- y la emérita, cuya aparición de este jueves es su primera aparición pública este verano.
Doña Sofía fue la primera en aterrizar a la isla, el pasado 22 de julio, pero no se había dejado ver hasta ahora delante de los focos. Ahora lo hace por la mejor de las causas: apoyar a su hijo y a Letizia en este acto que se presenta con aires renovados, tanto en el ámbito institucional como en el estrictamente familiar.