Parece mentira, pero ya ha pasado una década desde la abdicación de Juan Carlos de Borbón y la posterior proclamación de Felipe y Letizia como Reyes de España. En estos diez años muchas cosas han cambiado en la vida de doña Letizia: la consorte real ha vivido en carnes propias todo tipo de transformaciones que hoy analizamos.
No cabe duda de que el paso trascendental de Princesa de Asturias a Reina de España trajo consigo un nuevo escenario para doña Letizia Ortiz. Su nuevo papel al frente de la Jefatura del Estado le ha obligado, durante estos primeros diez años de reinado, a tomar importantes decisiones, afrontar nuevos desafíos y también a asumir importantes renuncias en diferentes aspectos de su vida.
Punto final a los planes con amigas
Por todos es conocida la enorme profesionalidad de la monarca. El importante papel institucional que supuso para ella convertirse en la reina de todos los españoles le ha obligado a renunciar a importantes parcelas de su vida privada. Una de las actividades que más extraña la experiodista es la de pasar tiempo de calidad con sus amigas de toda la vida.
Durante sus años como princesa era habitual que frecuentase locales del centro de Madrid, como una ciudadana más, en compañía de su pandilla. Sin embargo, esto no ha vuelto a ocurrir desde el mes de mayo de 2014. Desde que ascendiese al trono del país no se le ha vuelto a ver departiendo tranquilamente en sus bares favoritos de Malasaña o La Latina y sus únicas concesiones han sido algunos planes cinéfilos en compañía de su esposo.
Una agenda muy activa
Mientras durante sus años como princesa doña Letizia solía ejercer de acompañante de su marido, ha sido durante estos últimos diez años como reina cuando ha desarrollado una agenda propia que ha permitido acercar su figura al pueblo. En su discurso de ascenso al trono el Rey Felipe prometió a los españoles una “monarquía renovada para un tiempo nuevo” y doña Letizia lo ha cumplido a la perfección. Desde que tomó posesión en su nuevo papel, doña Letizia se ha involucrado en luchas sociales como la violencia de género, la inclusión laboral, el cambio climático y se ha convertido en un referente en la visibilización de las enfermedades raras. Además, Letizia ha pronunciado en calidad de reina muchos más discursos que en su época como princesa.
Desde 2015 también ha desarrollado con frecuencia viajes de cooperación internacional como el que hace unos días le llevó a Guatemala. Su primer viaje de este tipo fue a Honduras y El Salvador. En 2017 se desplazó a Senegal, en 2018 visitó República Dominicana y Haití, en 2019 viajó a Mozambique, en 2020 volvió a Honduras; en 2021, en Paraguay; en 2022 fue a Mauritania y en junio de 2023 se trasladó hasta Colombia.
Consorte, pero con voz de mando
Los primeros diez años de Letizia en Zarzuela coartaron sus posibilidades de tomar decisiones. La cabeza de la institución era don Juan Carlos y era su criterio el que prevalecía. Eso sí, nunca cedió en aspectos íntimos como la educación de sus hijas algo con lo que el tiempo le dio la razón. Con el ascenso al trono de don Felipe su esposa también ha podido hacer valer su manera de proceder a nivel institucional, algo que se ha notado mucho en la imagen que proyecta la monarquía española. Tal y como cuentan voces próximas a la Jefatura del Estado, la opinión de Letizia no solo es muy tenida en cuenta, sino que sus directrices han sido los artífices de muchos de los aciertos institucionales que la Casa ha cosechado durante los últimos diez años.
Adiós a Felipe Varela
El compromiso de doña Letizia con las obligaciones de Felipe VI han supuesto una ruptura con otro Felipe: Varela. Durante sus años como princesa el diseñador se encargó, prácticamente en exclusiva, de los atuendos estilísticos de la soberana. Se trataban de piezas sobrias, clásicas y elegantes que le permitían acertar con discreción. Sin embargo, el dos piezas blanco con pedrería que la reina lució el día de su proclamación fue prácticamente la última vez que la vistió. Desde su ascenso al trono, doña Letizia ha diversificado su estilo y ha dado voz a otras propuestas de moda.
El estilo actual de doña Letizia resulta mucho más diverso y en sus apariciones públicas combina prendas de firmasinternacionalescomo Carolina Herrera, Nina Ricci o Hugo Boss con propuestas de firmas ‘made in Spain’, algunas pequeñas y artesanales, como Second Skin, The IQ Collection, María de la Orden Studio, Dear Prudence, María Malo, Mint&Rose o Psophía. La reina también ha sorprendido con prendas asequibles de firmas españolas como Massimo Dutti y Mango y ha dado paso en su vestidor a otros diseñadores de alto rango de la pasarela española como Moisés Nieto, Juan Vidal o Teresa Helbig. En otras ocasiones Letizia también ha sorprendido reciclando viejos modelos del armario de su suegra la Reina Sofía.
Cambios estéticos acordes con su edad
Durante sus primeros años como miembro de la Familia Real era habitual que las noticias sobre los retoques estéticos de doña Letizia fuesen frecuentes en la prensa del corazón. Desde que se convirtió en reina no ha dejado de preocuparse por su imagen, pero no sin realizar cambios radicales y dejando entrever el paso natural del tiempo. De esta manera, Letizia ha mostrado sin complejos sus primeras canas o ha tonificado su figura a base de exigentes rutinas deportivas. Fiel a los tratamientos de medicina estética lo que sí ha continuado ha sido con su costumbre de inyectarse botox para lucir un rostro terso.
Solos en casa
La situación familiar de Felipe y Letizia también ha vivido una importante metamorfosis en la última década. Sus hijas, Leonor y Sofía, eran solo unas niñas el día de la proclamación y ahora ya son dos mujeres que, a su manera, han abandonado el hogar familiar. Leonor pasa sus días centrada en su formación militar en la Academia Militar de Zaragoza y la infanta Sofía acaba este verano su primer curso en el internado de Gales donde su hermana también estudió el bachillerato. En estos años también ha tenido lugar el cambio de residencia de don Juan Carlos que en 2020 se marchó a vivir a Emiratos Árabes. Una nueva situación doméstica que sin ningún género de dudas también ha afectado al día a día de la consorte real.
Atención a la salud
A pesar de que es una mujer joven, el tiempo pasa para todos y la reina cumplirá en septiembre 52 años. En los últimos tiempos han sido frecuentes las noticias relacionadas con el neuroma de Morton que padece. Se trata de un problema musculoesquelético que le ha obligado a utilizar calzado más amplio y con menos tacón y aplacar los dolores con analgésicos y antiinflamatorios. En los últimos tiempos esta dolencia “ha dado la cara” en actos públicos como cuando tuvo que permanecer sentada durante una recepción oficial en los Países Bajos.