Es una imagen completamente inédita. En los siete años de reinado de Felipe VI nunca hasta ahora ha faltado la Familia Real al completo en la celebración de la Fiesta Nacional. Los Reyes Felipe y Letizia, acompañados de sus dos hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, siempre presidían el desfile militar en el Paseo de la Castellana de Madrid, pero este año se ha roto la tradición. La heredera no ha podido estar este gran día... y se ha notado.
El motivo, como todos sabemos, es que Leonor se encuentra estudiando el Bachillerato en el internado UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido). Se marchó el pasado 30 de agosto y quizás aún era demasiado pronto para su regreso. A esto se une la consideración estratégica trazada desde Casa Real por la que se ha preferido 'reservarla' para los próximos Premios Princesa de Asturias, que tendrán lugar el viernes 22 de octubre y que presidirá por tercera vez.
Todos nos habíamos acostumbrado a la imagen de Leonor y Sofía entregadas en la Fiesta Nacional, que hasta hace poco era una de sus pocas citas fijas al año junto a sus padres. Maravilladas ante el espectáculo castrense del paso de las distintas unidades, emocionadas con la popular cabra de la Legión y con el vuelo de los cazas dibujando la bandera de España en el cielo...
Todo ello lo han disfrutado las hermanas siempre juntas, pero en esta ocasión la falta de Leonor ha dejado un poco 'sola' a su hermana pequeña, a quien tan unida está. Y también a sus padres.
Los Reyes y la Infanta han llegado a la cita puntuales, sobre las 10:30 de la mañana. Los monarcas en un Rolls Royce oficial escoltado por la Guardia Real a caballo y Sofía en otro vehículo por detrás de ellos, en el que no figuraba el banderín azul con el escudo de armas de la heredera, al no estar presente. Don Felipe lucía el uniforme del Ejército de Tierra.
Tras los saludos correspondientes a las autoridades (presidente de Gobierno, ministra de Defensa, presidenta de la Comunidad de Madrid, alcalde de Madrid y el JEMAD), se han situado en una tarima para escuchar el Himno Nacional acompañado de una salva de cañones.
Luego Don Felipe ha pasado revista a las tropas y junto a la Reina y su hija han saludado al resto de autoridades presentes, entre los que esperaban los presidentes del resto de Comunidades. Posteriormente, los tres se han dirigido a la tribuna real para disfrutar del espectáculo.
Y ahí la primera sorpresa. En las últimas ediciones la Princesa siempre se situaba a la derecha de su padre, el Rey, su lugar protocolario, y luciendo la condecoración del Toisón de Oro en su pecho. Pero este año no ha quedado vacío y en su lugar se ha colocado la Infanta Sofía, quien solía situarse a la izquierda de su madre, la Reina Letizia.
Un efectivo del Cuerpo Paracaidista portando una gran bandera ha aterrizado en la plaza sin ningún susto (recordemos que hace dos años el paracaidista se enrolló en una farola).
A continuación se ha procedido al izado de la misma y al homenaje a los Caídos por España, en el que es uno de los momentos más emocionantes de este día.
Como siempre, el broche de oro lo ha puesto la Patrulla Águila, compuesta de siete cazas, que ha dejado en el cielo los colores de la Bandera Nacional, algo que el Rey no ha podido evitar mirar pese a la pose solemne. Posteriormente se ha dado comienzo al desfile militar.
Esta edición se ha recuperado el formato habitual de antes de la pandemia. Unos 2.500 soldados (frente a los casi 4.000 de 2019) y vehículos militares han participado en la parada. Y el público también ha podido volver a presenciar en vivo esta jornada tan especial.
La Familia Real también estaba encantada de vivir esta experiencia como antes, y la Reina y la Infanta Sofía han vuelto a demostrar su gran complicidad, comentando detalles en algún momento por detrás de Don Felipe, que estaba entre las dos.