La infanta Cristina ni se divorcia de Iñaki Urdangarin ni, al parecer, tampoco lo hace ya de su familia, después del último gesto que le ha llevado a los Emiratos Árabes en un viaje en compañía de su padre, el Rey don Juan Carlos, con el que vio la última carrera de Fernando Alonso en la Fórmula 1. La exduquesa de Palma fue desplazada por Casa Real cuando el escándalo del ‘caso Nóos’ estalló y el miedo a que el escándalo minase los cimientos mismos de la institución monárquica se hiciese realidad. Pero ha pasado mucho tiempo, ella fue absuelta de cualquier culpa, su marido cumple condena en la prisión de Brieva y ella planea regresar a España para estar junto a su familia en tan difícil circunstancia.
Leer más: la infanta Cristina planea regresar a vivir a España
El 80 cumpleaños de la Reina Sofía ha supuesto un antes y un después en las relaciones familiares de la infanta Cristina. Su acercamiento a los Borbón es ya más que evidente e incluso ha posado junto a los que se han considerado como sus principales obstáculos para regresar a su lugar: los Reyes Felipe y Letizia.
Ahora, semanas más tarde, la infanta Cristina vuelve a mostrar que su relación con su familia está cobrando visos de ser normal. Lo ha hecho acompañando a su padre en un viaje a los Emiratos Árabes. Un viaje privado, sin índole oficial y en el que Casa Real no entra a valorar, por lo que se trata más de un gesto personal que institucional por ambas partes.
Eso sí, el acto al que acudieron era de carácter público, por lo que se abre la puerta a la posibilidad de que la infanta Cristina esté ejerciendo de nuevo como representante de la Corona española como hacía años que no realizaba. Es decir, no se han escondido, su intención era dejar claro que la hija menor de los Eméritos ha regresado con intención de quedarse, de dejarse de ver, de apoyar la labor de la familia.