La infanta Cristina ha vuelto a hacer las maletas para recorrer mundo y conocer nuevas culturas, aunque en realidad sus viajes no están orquestados para el disfrute personal, sino más como un plan de trabajo. Sea como fuere, la hija del Rey Juan Carlos está pasando por todos los continentes en su periplo bajo el programa ‘Work4Progress’ de la Fundación La Caixa. Si la semana pasada aterrizó en Perú, ahora la exmujer de Iñaki Urdangarin ha puesto rumbo a la India, haciendo un alto en Nueva Delhi, con el cometido encomendado de fomentar e impulsar el empleo entre las mujeres y los jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad o con alto riesgo de exclusión.
Una solidaria labor que la infanta Cristina realiza con la más amplias de sus sonrisas y sin hacer alarde del lujo y la ostentación que la rodean como miembro de una familia real. Vestida con vaqueros azules y una básica camisa blanca, además de adornos florales colgados al cuello, la hermana del Rey Felipe ha asistido a las jornadas informativas orquestadas por la fundación en la que trabaja, además de tener la oportunidad de conocer en primera persona algunas de las mujeres y jóvenes que han ayudado y que hoy trabajan en un mercado local de Basant en puestos de frutas y demás manjares naturales.
La iniciativa en la que la infanta Cristina se ve inmersa ahora y por el que ha recorrido mundo hasta llegar este jueves 24 de noviembre a la India está siendo todo un éxito en cuanto a resultados. Las cifran por sí solas y es que el programa ‘Work4Progress’ de la Fundación La Caixa ha logrado generar 14.000 puestos de trabajo entre mujeres y jóvenes en situación de vulnerabilidad, así como 7.000 nuevos negocios en concepto de microempresas. En definitiva, ofrecer oportunidades para salir de una situación precaria en la que prima el hecho de dar herramientas para que puedan valerse por sí mismos, y no tanto dar una simple ayuda económica o alimenticia que, al final, es “pan para hoy y hambre para mañana”.
La infanta Cristina, como responsable del área internacional de la Fundación La Caixa, ha contado con un excepcional guía para su periplo por la capital india y es que a su lado ha estado en todo momento el embajador de España en Nueva Delhi. Con él ha conocido el progreso de su iniciativa, aspectos curiosos de la vida india y, de paso, también algunas de las claves de su cultara, como es el punto amarillo en la frente, el bindi, que simboliza prosperidad. Unas curiosas imágenes a todo color que han publicado en redes sociales para dar buena cuenta de las distintas actividades que se han llevado a cabo en estas jornadas, que incluían un divertido paseo en un ‘Mac Auto India’, un transporte tirado por una bici en la que la infanta Cristina ha recorrido la ciudad junto a otras mujeres autóctonas.
Una iniciativa que hace una semana llevó a la infanta Cristina a hacer lo propio en Perú, donde ha desarrollado el mismo proyecto que parece haberle devuelto la ilusión en tiempos convulsos a nivel personal, tras la separación de su marido y la coincidencia de que Iñaki Urdangarin ha encontrado el amor en brazos de Ainhoa Armentia. Ahora su preocupación va más allá de su entorno más directo y vela para promover “la creación de una plataforma de innovación en el norte de India para mejorar la calidad de vida de comunidades pobres a través de oportunidades laborales”. Un trabajo que le hace viajar a África, América Latina y ahora también a Asia, dejando tras de sí increíbles fotografías de sus viajes.