Celebramos San Valentín analizando el nivel de romanticismo de los Reyes Felipe y Letizia: sus besos escasean en público, ¡pero los hay! Y son así de bonitos...
En el Día de los Enamorados no podemos evitar ponernos tiernos. Y por eso volvemos la vista hacia nuestra pareja más 'top', que es, sin duda, la de los Reyes Felipe y Letizia. El próximo 22 de mayo cumplirán 17 años de matrimonio, que se dice pronto. Después de tanto tiempo, ya podemos decir que su recorrido personal e institucional ha sido apasionante, ¿pero son sus gestos igual de apasionados? Hoy celebramos San Valentín revisando el nivel de acercamiento del matrimonio real. Todo un examen al romanticismo de los Reyes.
Y nos llama mucho la atención que su contacto físico sea más bien escaso. Y de besos, casi ni hablamos. Aunque haberlos ¡los hay! Eso sí, ¿por qué tan pocos? El primero de todos ellos ni siquiera fue: en su boda, el 22 de mayo de 2004, Letizia hacía alarde de su timidez estrenándose como Princesa de Asturias en el balcón del Palacio Real junto a un emocionado Felipe, pero ellos no se fundieron en el tradicional beso en los labios ante la abarrotada plaza que ansiaba saludarlos, sino que se quedaron a medias, en la mejilla. Esto marcaría un poco la pauta de sus afectos en público.
Una razón evidente para mantener las distancias es que se trata de los Reyes de España, es decir, que no son 'celebrities' ni gente 'corriente'. Sus apariciones se deben a motivos institucionales de agenda y no es plan para dejarse arrastrar por los sentimientos personales. Hay que ser profesional. Y en eso han seguido a rajatabla una especie de mandato que ya practicaban los Reyes Juan Carlos y Sofía. En público, cariñitos los justos. Eso son cosas reservadas para la intimidad. En los otros, los besos privados, no nos metemos.
No obstante, Don Felipe y Doña Letizia también se han besado fuera de los márgenes palaciegos, y nosotros hemos sido testigos. Tampoco son marcianos. En momentos más relajados o en sus vacaciones en Mallorca, primero como Príncipes, ahora como Reyes, han mostrado su complicidad a través de muchos gestos. No solo besos, también se han dedicado miradas elocuentes, susurros, sonrisas llenas de encanto, efusivas reacciones e incluso abrazos.
Si hay un gesto al que no han renunciado, ni siquiera en sus compromisos públicos, es a darse la mano. Los Reyes eméritos tampoco eran dados a esto. Agarrados de la mano o ella apoyándose en el brazo de su marido, los Reyes Felipe y Letizia nos han dejado entrever lo que comparten a nivel personal. Emociones que suelen quedarse ocultas en La Zarzuela y que de vez en cuando salen a la luz para nuestra alegría. Porque nos encanta ver a la realeza en su versión más humana y a pie de calle, también en cuestiones del corazón.