Preocupación máxima por la salud de Irene de Grecia en el Palacio de la Zarzuela. A sus 81 años, la hermana de la Reina Sofía y su máxima confidente, vive una etapa complicada a consecuencia de las pérdidas de memoria significativas que estaría experimentando. A sus 81 años, la emérita se ha convertido en un pilar fundamental para su hermana pequeña, a quien está brindando toda su atención y cuidados. Esto con el objetivo de minimizar los efectos del deterioro cognitivo que padece.
La Familia Real se vuelca al completo con Irene de Grecia para hacer su vida en Zarzuela lo más tranquila posible
La situación de Irene es ha hecho saltar todas las alarmas en la familia Rey Felipe VI. Así lo ha contado la periodista María Nikolaou en la revista 'Lecturas'. "El mal del olvido le ha borrado los recuerdos. La infancia y la juventud, y hasta los rostros de los seres queridos", escribe la periodista. Irene se enfrenta a un desafío diario debido a su delicado estado de salud a este respecto. Una situación que mantiene la la Reina Sofía completamente volcada en ella y comprometía con hacer du día a día más llevadero.
La primera en notar la pérdida de memoria paulatina de Irene de Grecia fue la emérita, muy próxima a su hermana. Las dos mujeres, además, viven juntas en las instalaciones de la suegra de la Reina Letizia en el complejo de Zarzuela. "Fue la primera que advirtió su deterioro cognitivo. No recordaba una fecha, olvidaba cómo se llamaba su interlocutor. Quizás, como en casos similares, pensó que eran despistes propios de la edad", añade Nikolaou.
El gesto de la Reina Letizia con la hermana de su suegra que ahora cobra un nuevo significado
En cuanto los problemas de salud de Irene de Grecia comenzaron a ser más que evidentes, la Casa Real al completó se volcó con su familiar. Todo gira al rededor de la hermana de Sofía en estos momentos, demostrando que la unión de todos sus miembros ante esta difícil situación es inquebrantable. Zarzuela se ha convertido en un refugio para Irene, donde se garantiza su privacidad, bienestar y máxima tranquilidad.
La última vez que pudimos ver a la tía de Felipe VI fue este verano en Palma. Hasta ahí se desplazó como cada etapa estival para estar cerca de doña Sofía y disfrutar de unos días de desconexión entre familia. En una salida informal para cenar en Palma, sorprendió especialmente la cercanía de la Reina Letizia con Irene de Grecia, que no dejó de cogerla de la mano de forma muy cariñosa. Incluso a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se las vio muy pendientes y atentas de la hermana de su abuela. Ahora, estos gestos de cariño cobran un nuevo y especial significado que dejan entrever la unidad familiar de la Familia Real en estos tiempos complicados.