El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, ha recurrido la decisión judicial de Instituciones Penitenciarias de flexibilizarle el segundo grado al marido de la Infanta Cristina, pero sin concederle exactamente tercer grado, que la junta de tratamiento de la cárcel de Brieva, en Ávila, había acordado por unanimidad. El letrado aduce una clara diferencia de tratamiento respecto "a otras personas, por los mismos hechos", en clara referencia a otros condenados por el Caso Nóos, como su exsocio Diego Torres y el expresidente balear Jaume Matas, quienes ya lo disfrutan desde el pasado julio. Y aún así no dejan de ser buenas noticias para el recluso.
A pesar del recurso y de no alcanzar la satisfacción total, por el momento, lo cierto es que esta flexibilización supone la semilibertad para el recluso. El abogado de Urdangarin así lo ha confirmado, asegurando que se hará efectiva "muy pronto", en los próximos días, y que suponen el inicio de una "nueva vida" para su cliente.
El pasado 30 de diciembre Instituciones Penitenciarias ofrecía al marido de Doña Cristina un novedoso curso de reinserción para reclusos por delitos económicos, lo cual significa que podrá cumplir el resto de su condena (de cinco años y diez meses) en un centro de inserción, de lunes a viernes, y disponer de un permiso para salir un fin de semana al mes. Según su abogado, dicho curso podría estar enfocado en la "reeducación en materia económica", aunque todavía no se les ha especificado. Por otro lado, también seguirá realizando su labor de voluntariado en el Hogar Don Orione, pero a partir de ahora será de lunes a viernes y no solo los tres días que estaba acudiendo. Después pasará a pernoctar en un Centro de Reinserción Social en Alcalá de Henares.
Hoy mismo se veía a Urdangarin acudiendo al Hogar Don Orione, aunque ha preferido guardar silencio ante las últimas informaciones. El cuñado del Rey Felipe no pudo cumplir con estas labores durante la pandemia, que le suponían un balón de oxígeno en su encierro, además de cumplir con sus deseos solidarios, y ahora está encantado de volver al trabajo. Con el pelo más corto y un llamativo mechón de canas, Iñaki dedicaba una sonrisa bajo su mascarilla y un educado saludo.
Las condiciones de su nuevo régimen penitenciario suponen cambios muy sustanciales en su situación. Recordemos que el empresario y exjugador de balonmano ingresó en prisión en junio de 2018. En la cárcel de Brieva, que es de mujeres, se ha encontrado en una soledad casi absoluta difícil de sobrellevar, aunque esta fuera su elección. Ahora quizás se pueda producir la tan esperada reunificación familiar. La Infanta Cristina reside en Ginebra (Suiza) con sus hijos pequeños, Miguel e Irene. El mayor, Juan, ha estado estudiando en Londres y el segundo, Pablo, juega actualmente en el equipo de balonmano del Barcelona. Lo más probable es que la familia Urdangarin vuelva a elegir la Ciudad Condal como su lugar de residencia.
Estas navidades hemos vuelto a ver la habitual reunión familiar en Vitoria gracias al permiso penitenciario de Iñaki. La Infanta Cristina mantiene una excelente relación con su familia política, con la que pasa inviernos y veranos con total confianza.