El nombre de Froilán vuelve a estar en el punto de mira y a ser noticia. El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se ha visto, de nuevo, envuelto en un escándalo relacionado con el mundo de la fiesta. Después de disfrutar junto a su hermana, Victoria Federica, de la tarde madrileña, el nieto del emérito ha sido localizado en un 'after' ilegal que fue desalojado por la policía. Estos hechos ocurrían este domingo 5 de febrero de madrugada en un local de la calle Orense del barrio de Azca, en Madrid. La Policía Municipal desalojaba este local por exceso de aforo donde se encontraba Froilán junto a un grupo de amigos.

Felipe Juan Froilan de Marichalr in Madrid 21 September 2022
Gtres

Los agentes de la Policía Nacional de Madrid tuvieron que llamar a la UCES (Unidades Centrales de Seguridad) para conseguir evacuar el local en el que había un total de 299 personas, mientras que el número de aforo permitido era de tal solo 99. Por si fuera poco, en este local también había menores e incluso clientes que estaban consumiendo drogas, como tusi , también conocido como cocaína rosa, una droga asociada a la clase alta, a las fiestas de élite y a la prostitución de lujo.

Froilán se encontraba en una sala VIP junto a un grupo de amigos

A través de sus redes sociales, este local anunciaba una gran fiesta en el espacio que tiene bautizado como el After de los Afters, por la zona del Bernabeú. Para la fiesta estaban anunciados DJ de la talla de Adriano Sánchez y Chico Sunshine, además de que para acudir a esta fiesta se iba a indicar la localización secreta. A pesar de que en las redes se publicita bajo el nombre de Clandestino, su nombre original sería de WET.

Los vecinos de las inmediaciones del local, que estaba situado en el número 64 de la calle de Orense, se quejaron por el ruido de la sala y los agentes de la Policía intervinieron en la sala en torno a las 09.00 horas de la mañana. Nada más llegar al local, fueron conscientes del ruido de la sala, ya que incluso la puerta retumbaba de la música. Fue entonces cuando los agentes pidieron la presencia del encargado local, quien le anunció que según el conteo de la sala había 102 personas en el interior. La licencia permitía 99 pero el número real de personas ascendía a más de 200 personas.