Los Reyes tras despedir a su hija, la Princesa Leonor, han retomado sus agendas. En conjunto y por separado, pues ambos tienen muchos compromisos que atender, siendo este miércoles cuando tanto Letizia como Felipe sorprendieron cada uno en un acto. Especialmente a la experta en realeza, Ana Polo Alonso, quien ha analizado las dos apariciones de Sus Majestades desde un punto crítico. Tras señalar sus aciertos y sus errores, la biógrafa de la Reina Isabel II llega a una conclusión que no deja lugar a dudas. Te contamos.
Comencemos por la Reina Letizia, quien venció al pulso al frío con un vestido de tweed muy favorecedor. Lo eligió para presidir una cita en la Fundación Microfinanzas BBVA sobre 'Semillas para un futuro sostenible', donde dio un discurso y, de nuevo, demostró su destreza hablando frente a destreza de personas. Su capacidad comunicativa es innegable o al menos eso es lo que pensamos lo común de los mortales, pero ¿qué opina alguien que lo ve desde el ojo crítico?
El punto crítico de Ana Polo Alonso sobre la Reina Letizia
La escritora tiene claro su punto de vista sobre el primer discurso del año 2025 de la Reina Letizia, aunque para ella hay un craso error. "Veo muy bien que da datos y explica los proyectos al detalle. Se dirige a los presentes por sus nombres con guiños personales. Creo que es mejorable un punto. Ella es la reina, pero no la presentadora del acto. Siempre parece que está de periodista cubriendo el evento", asegura.
Para ella la Reina Letizia tiene dotes suficientes y, sobre todo, capacidad de adaptación para cualquier situación, lo que la convierten en una todoterreno. Al igual que a su marido, el Rey Felipe, que como ella está acostumbrado a dar discursos con millones de miradas puestas en él. Nada le achanta. Ni siquiera dar discursos en otro idioma que no es el suyo, tal y como tuvo que hacer en la inauguración de la XV Edición del Spain Investors Day, celebrado también esta semana.
El punto positivo de los discursos del Rey Felipe, según una experta en realeza
Un punto que para Ana Polo Alonso, experta en Casa Real, sabe hacer a la perfección el padre de la Princesa Leonor. "Siempre lo digo y lo repito, Felipe es infinitamente mejor dando los discursos en inglés que en castellano. En inglés tiene un redactado ágil, fluido y hace bromas que hacen gracia", sostiene tras ver varios vídeos de Felipe hablando sobre este evento, donde el Rey habló entre otras cosas de inversores internacionales.
¿Qué debe mejorar el Rey Felipe a la hora de hablar en público?
Si bien para Ana Polo Alonso esta forma de hablar sí fue correcta, cuando habla en castellano en ciertos momentos le resulta incomprensible. Es ahí donde encuentra la pega del Rey Felipe. Esto nos lleva a analizar otros discursos como el de Navidad, donde varios expertos le han visto monótono tanto en la expresión oral como en su tono de voz. Por ello, hay quien le recomienda olvidarse en ciertos momentos del papel para así poder introducir frases inesperadas que añadan naturalidad, una cuestión que se desconoce si el monarca cambiará durante este 2025.
El momento más emocionante de Letizia y Felipe hasta la fecha
En definitiva, para los expertos en realeza los Reyes deberían despojarse, aunque sea en ciertos momentos, de los tintes clásicos con el único objetivo de buscar guiños de naturalidad. Lo consiguieron en la despedida de la Princesa Leonor, quien se embarcó en el buque Juan Sebastián Elcano hace solo unos días. Fue entonces cuando les pudimos ver emocionados, sin poder evitar las lágrimas, un momento histórico que dio la vuelta al mundo.
Esta vez su actitud y su forma de hablar en sus últimas apariciones ha sido completamente diferente. No es para menos teniendo en cuenta que las emociones no estaban tan presentes, sino que simplemente estaban cumpliendo con su agenda habitual.
Ambos, tanto don Felipe como la Reina Letizia, lo dan todo en su día a día, prueba de ello que ella ocupe un puesto destacado en el ranking que se ha elaborado acerca de las royals más trabajadoras el pasado año. Ella ocupó el puesto 15 de la tabla con 107 días de trabajo, por encima de otras como Mette Marit que estaba en el puesto 24 del número 26.