El Rey Juan Carlos ha vivido en Abu Dabi hasta hace muy poco en una de las casas del emir de Emiratos Árabes, Mohamed bin Zayed, su anfitrión allí. Un chalet acondicionado y reformado para que él estuviera a gusto y donde se podía sentir a salvo debido a la exclusiva urbanización en la que se ubica. Lleva allí dos años y medio junto a tres miembros de seguridad y un fisioterapeuta, los cuales se encargan de velar por él, sin embargo, pronto se mudará de vivienda. ¿La razón? Poder y querer tener un verdadero hogar, aunque sea a miles de kilómetros de España.
El emérito, que justo este 5 de enero cumple 85 años, ha decidido mudarse y cambiar de casa. Tiene previsto llenar su vivienda de sus enseres personales y decorarla con parte de sus recuerdos, los cuales ha ido recibiendo a lo largo de su estancia en Abu Dabi, según revela ABC. De este modo, se confirma la etapa ilusionante que está viviendo y es que para el Rey era importante residir en una vivienda en la que él no sintiera que estaba de prestado. Don Juan Carlos sigue manteniendo, pese a ello, su esperanza de visitar España de vez en cuando y poder ver a amigos y familia cuando regresa de nuevo, aunque debido a su falta de movilidad y a ciertos escándalos no lo hace todo lo que le gustaría.
Tras confirmar a su hijo en el mes de marzo que fijaba su residencia de forma permanente y estable en Abu Dabi, Juan Carlos se puso manos a la obra y buscó una casa que cumpliera con todos sus requisitos. No ha sido fácil dar con esta vivienda, pero por fin ha localizado una casa que sea segura y lo suficientemente grande para él y todas las visitas que suele recibir. Cabe señalar que sus hijas suelen hacer hueco en sus agendas para estar junto a él, aunque sean escapadas puntuales y para ello intentan aprovechar el máximo tiempo junto a él.
A pesar de que el entorno de Juan Carlos intenta ser hermético, se ha conocido el paso al frente que ha dado. Se sostiene que su nuevo inmueble estaría situado en las inmediaciones de la casa en la que ha residido hasta ahora. Allí está protegido de las miradas de curiosos o de los paparazzis, una idea que él tenía claro que cumpliera el hogar que está a punto de estrenar. Conoce a la perfección la zona y es él quien mide cuándo y cómo se deja ver, premisa que quiere mantener allá donde vaya. Sin conocer todavía el interior de la casa, lo que nadie duda es que será de primera calidad y de un lujo que solo unos privilegiados pueden alcanzar.