Al Rey Felipe le encanta esquiar y no hay año que falte a su cita con el deporte blanco. Ya sea en familia (de lo que rara vez hemos sido testigo) o en compañía de sus amigos. Esta última opción se viene repitiendo en los últimos años y el pasado fin de semana por fin encontró hueco (y nieve) para poder lanzarse por las pistas. El destino escogido ha sido Sierra Nevada (Granada), donde gracias al temporal han podido darse las condiciones óptimas para disfrutar del esquí.
Una visita privada que comenzó el pasado sábado, según han revelado los medios locales. La presencia del monarca no pasaba inadvertida y rápidamente corrió como la pólvora. Máxime cuando Don Felipe tampoco se esconde. Para él ya es una tradición escaparse con algunos de sus mejores amigos para practicar un deporte que le apasiona. Parece que a la Reina Letizia no le gusta tanto, pero él sí lo practica desde niño. De hecho, casi todas los Fin de Año de su infancia y juventud lo pasaba con la familia en la estación de Baqueira Beret.
Solo una vez hemos visto esquiar a la Familia Real en público. Fue en 2017, cuando los Reyes y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, hicieron un posado en la estación de Astún. Desde entonces, nada. Aunque hay informaciones que apuntan a que prefieren irse fuera de España para estas escapadas invernales.
El Rey Felipe repitió en Sierra Nevada, donde ya estuvo en 2012 y 2017. Hace diez años incluso estuvo acompañado por la esquiadora granadina María José Rienda. En esta ocasión, el soberano pasó por la terraza del Hotel Lodge, a pie de pistas. Ya el domingo, se deslizó por las pistas. La estación tenía disponibles 46 kilómetros esquiables, lo que, unido al buen tiempo, hizo una excelente jornada.
Por supuesto, la gastronomía no podía faltar en sus planes. El Rey Felipe y sus amigos pararon en el restaurante La Alcazaba, en Borreguiles, para degustar algunas especialidades de la zona. Según ha trascendido, Don Felipe comió ensalada, sopa, carne, risotto y pulpo. De postre, leche frita. Un menú muy completo para reponer fuerzas después del esfuerzo físico. Como suele ocurrir en estas ocasiones, el equipo del restaurante le pidió hacerse una foto con ellos, a lo que el monarca accedió con gusto y una gran sonrisa, y que ellos han compartido en sus redes sociales con mucho orgullo.