A veces los nervios o el simple hecho de estar en un directo nos juega una mala pasada. Eso es precisamente lo que le ha pasado en esta tarde del lunes a Mario Vargas Llosa. El Premio Nobel recibía un premio taurino de la mano de la infanta Elena, con quien precisamente hacía entrada en el Hotel Wellington, donde ha tenido lugar el evento. Sin Isabel Preysler, Vargas Llosa ha recogido el premio Capote de las Artes 2022, que precisamente la hija de los eméritos recibió en el año 2019. Uno de los momentos más anecdóticos de la tarde ha sido cuando el escritor peruano ha dado su discurso de agradecimiento por este premio taurino, que ha recogido muy emocionado.

Mario Vargas Llosa y la infanta Elena
Robert Smith

Un pequeño desliz por parte de Mario Vargas Llosa ha llenado de risas la sala donde ha tenido lugar el evento. El escritor ha agradecido a la princesa Leonor, en lugar de a la infanta Elena, la entrega de este galardón. Un momento "tierra trágame" que tan solo ha quedado en una anécdota, ya que el público se lo ha tomado con humor esa pequeña equivocación confundiendo a tía y sobrina. Este hecho ha sido la anécdota de la entrega de premios en la que la gran ausente de la jornada ha sido Isabel Preysler.

Vargas Llosa llegaba acompañado por la infanta Elena, ante la ausencia de Isabel Preysler

Como hemos dicho anteriormente, Mario Vargas Llosa hacía entrada a la sala ayudado por su bastón y con la infanta Elena como única compañía. Ambos han posado en el photocall junto al torero Miguel Abellán. A lo largo de todo el evento, el escritor ha demostrado complicidad con la infanta Elena, quien ha estado en todo momento muy pendiente de que Vargas Llosa se encontrara cómodo en dicho acto.Muy ilusionado y con una sonrisa de oreja a oreja, Vargas Llosa ha subido al escenario para recoger el capote que era el trofeo por el galardón conseguido en esta tarde del martes. Ha sido entonces cuando ha pronunciado su discurso y se ha vivido ese momento anecdótico que os contábamos en estas líneas.

Mario Vargas Llosa y la infanta Elena
Robert Smith

Hace unas semanas, el escritor y Preysler estuvieron de "fiestón"

La última vez que vimos juntos a Mario Vargas Llosa y a Isabel Preysler fue hace tan solo unas semanas, cuando la Fundación Cátedra Vargas Llosa organizaba una fiesta en homenaje a Vargas Llosa. Este evento tuvo lugar en la finca El Jaral de la Mira, en San Lorenzo de El Escorial, propiedad de los hermanos Sandoval, y hasta allí se desplazó la flor y la nata del país.Una gran fiesta con más de 400 invitados del mundo de la sociedad y de la política, con los grandes amigos de Preysler y el escritor peruano. Previo al almuerzo estaba prevista una capea con Cayetano Rivera, quien estuvo presente en el acto y se sentó junto a la mismísima 'Reina de corazones', y que finalmente no se celebró debido a que el tiempo no acompañaba para su celebración. A pesar de esto, todo salió a pedir de boca y todos los asistentes, incluido el homenajeado, lo pasaron en grande.