Este 14 de mayo, los reyes Juan Carlos y Sofía conmemoran el 60 aniversario de su gran boda real en Atenas. Un "sí, quiero" que reunió a 27 monarquías del mundo y que se celebró por dos ritos distintos, el católico y el ortodoxo. Unas bodas de diamante que ambos, distanciados desde hace años, vivirán en países distintos. Desde el verano de 2020 el monarca emérito reside en los Emiratos Árabes mientras que doña Sofía permanece en nuestro país.
Las bodas de platino pasarán de largo sin ningún tipo de celebración. Desde que don Juan Carlos se instalara en Abu Dabi no hemos vuelto a ver al matrimonio junto. Las últimas imágenes de ambos se tomaron en febrero de 2020 con motivo del funeral del empresario y mecenas Plácido Arango Arias. Una instantánea que no se ha repetido. Durante estos últimos años el distanciamiento en el seno de la Familia Real es más que evidente.
Los escándalos fiscales del rey Juan Carlos propiciaron su marcha y, ahora, ha anunciado su intención de regresar temporalmente a España cuando la Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado la causa. Mientras que las dos hijas del matrimonio, las infanta Elena y Cristina, han visitado en repetidas ocasiones a su progenitor, el distanciamiento con su hijo, Felipe VI, también es pronunciado. Desde enero de 2020 en el funeral de la infanta Pilar no se han dejado ver públicamente juntos.
Juan Carlos y Sofía: su gran boda real
Los reyes eméritos se conocieron durante un crucero que reunió a distintos miembros de la realeza y que zarpó de Venecia en el verano de 1954. Ocho años después contraerían matrimonio. El 13 de septiembre de 1961 anunciaron su compromiso, y ocho meses después, Atenas fue el escenario de su gran boda real. Aquel 14 de mayo de 1962 se vivió con especial emoción en la capital griega en la que se dieron cita alrededor de 150 invitados, provenientes de 27 casas reales distintas del mundo. Hubo dos ceremonias distintas, la primera tuvo lugar en la catedral de San Dionisio de Atenas por lo católico, mientras que la segunda, por el rito ortodoxo, se celebró en la basílica Santa María.
Doña Sofía eligió para el gran día un vestido del diseñador egipcio Jean Desses, un auténtico referente en el mundo de la moda en los años 40, 50 y 60. El traje nupcial estaba confeccionado en lamé de plata y cubierto de tul. A destacar el encaje que llevaba en la parte frontal y la cola de cinco metros. La reina emérita cubrió su rostro con un velo que había lucido su madre, la reina Federica de Grecia. La espectacular tiara de diamantes, había pertenecido a su abuela Victoria Luisa de Prusia, y fue la misma que lució la reina Letizia en su boda. Mientras que don Juan Carlos vistió para la ocasión el traje de Teniente de Infantería del Ejército de Tierra.