Los Reyes Felipe y Letizia junto a los Reyes eméritos Don Juan Carlos y Doña Sofía presiden este mediodía el solemne funeral por la Infanta Pilar, en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La hermana de Don Juan Carlos falleció el pasado 8 de enero, a los 83 años, a consecuencia de un cáncer de colon. Sus restos fueron incinerados y depositados en el panteón familiar en el cementerio madrileño de San Isidro, al lado de su marido, Luis Gómez-Acebo.

Por expreso deseo de ella y de su familia, su entierro tuvo lugar en una ceremonia privada e íntima, rodeada por sus seres queridos. Sin embargo, su condición de Infanta (nieta, hermana y tía de Reyes de España) requería también una despedida más formal, aunque no de Estado. El último funeral de ese tipo de un miembro de la realeza celebrado en el mismo lugar fue el de Don Juan de Borbón, padre del Rey Juan Carlos, en 1993, porque este lo quiso así, pese a que el Conde de Barcelona nunca llegase a ocupar el Trono. Entre los asistentes entonces estuvieron el Carlos de Inglaterra, los reyes Alberto y Paola de Bélgica, los reyes Balduino y Fabiola de Bélgica, los grandes duques de Luxemburgo y el príncipe de Marruecos. En noviembre de 2015 El Escorial también acogió el funeral de Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Calabria.



La misa en memoria de la Infanta Pilar ha comenzado a las 12 del mediodía y a la misma han acudido sus familiares, empezando por sus cinco hijos, las esposas de estos y sus once nietos, además de sus numerosos amigos de diversos ámbitos. Uno de los primeros invitados en llegar ha sido Tita Cervera, la baronesa Thyssen, gran amiga de la Infanta Pilar, con la que llegó a trabajar para su museo; además de su hijo Borja y su nuera. La presencia de Beatriz de Holanda, madre del actual rey Guillermo, ha puesto la nota más relevante de la realeza internacional. Dentro de la basílica esperaban los Reyes eméritos y las Infantas Elena y Cristina.

El viernes 31 de enero tendrá lugar otra misa encargada por la familia de la Infanta en la catedral de La Almudena de Madrid, a las siete de la tarde.