El buen paladar es una de las grandes pasiones de don Juan Carlos, que cumple este 5 de enero 81 años. El rey emérito no oculta que es un gran apasionado de la gastronomía y siempre que puede recorre diversos rincones de nuestra geografía para acudir a uno de sus restaurantes favoritos. Entre ellos, encontramos a algunos de los chefs más destacados como Juan Mari Arzak o Martín Berasategi. Repasamos los templos en los que el padre de Felipe VI come con un auténtico Rey.
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Restaurante Arzak, un clásico que nunca falla
La capital guipuzcoana es un clásico en los periplos estivales del monarca. Siempre que puede regresa a la ciudad para disfrutar de su buena comida. Los últimos años ha intentado no faltar a la Semana Grande donostiarra y combinar una buena comida con una tarde de toros, otra de sus pasiones. El restaurante Arzak es uno de esos lugares en los que don Juan Carlos se siente como en casa. Este tres estrellas Michelín recibía el pasado mes de agosto al monarca y le agasajaba con un menú de nuevo platos. Una gran comida compuesta por bogavante con telar de plátano, chipirones en su tinta, merluza en salsa verde con almejas y vacuno con té verde.
Mezcla de sabores en Martín Berasategui
"Le gusta comer bien y entiende de gastronomía", aseguraba el pasado mes de marzo Martín Berasategui en declaraciones al Diario Vasco sobre la visita del Rey Juan Carlos a su restaurante. El monarca acudía en compañía de su hija, la infanta Elena, y un grupo de amigos con quienes aprovechaba para saborear el menú degustación."Me ha dicho que le había sorprendido la mezcla de sabores, el equilibrio de todo el menú y la sutileza de los postres", afirmaba el chef que ha contado con la visita de don Juan Carlos en diversas ocasiones.
Gastronomía típica en la Cervecería Cruz Blanca de Vallecas
Antonio Cosmen lidera este restaurante ubicado en el madrileño barrio de Vallecas. Popular por su cocido -para algunos uno de los mejores del país- ha recibido diversos premios que lo avalan. El establecimiento selecciona cuidadosamente la materia prima para conseguir un sabor propio que huele a tradición. En marzo de 2017 el Rey emérito visitaba el restaurante acompañado de un grupo de amigos entre los que se encontraba la televisiva Samantha Vallejo-Nájera.
Casa Lucio, tradición castiza en la Cava Baja
Uno de los restaurantes por excelencia de la ruta gastronómica más castiza de la capital es Casa Lucio, popular por sus huevos rotos. El monarca llevó a este restaurante a cenar al mismísimo Bill Clinton. Hace tres años don Juan Carlos disfrutaba de una cena de alto estado. La velada reunía a los expresidentes del gobierno Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Horcher, un templo culinario
En esta lista no podía faltar uno de los restaurantes más emblemáticos de la capital situado frente a los jardines del parque del Retiro. Abierto al público en 1943, sus salones se han erigido con un templo del buen comer por los que han desfilado personajes como Sofía Loren o Salvador Dalí, entre otros muchos. Siempre que puede, don Juan Carlos acude a degustar su cocina célebre por sus platos de caza como la perdiz.
Akelarre, alta gastronomía con vistas al mar
Junto a su hija, la infanta Elena, y sus nietos, Felipe y Victoria, don Juan Carlos acudía al restaurante Akelarre de San Segastián en el verano de 2015. Capitaneado por Pedro Subijana, con quien el monarca se fotografiaba tras la comida, la familia disfrutó de un almuerzo con unas privilegiadas vistas al mar Cantábrico en una zona reservada. En aquel entonces degustaron un menú compuesto por sardinas al vapor, chipirones de anzuelo en sal y ventresca de bonito.
Rekondo, la mejor bodega para una buena comida
Este restaurante donostiarra, situado en las faldas del monte Igeldo, es otro de los puntos clave de don Juan Carlos. El establecimiento ofrece una deliciosa gastronomía tradicional y entre los platos que ha degustado el Rey figuran carpaccio de carabineros con vinagreta de pistachos, txangurro al honor y lomos de merluza en salsa verde. Además, Rekondo cuenta con una laureada bodega donde el monarca ha podido disfrutar de sus mejores vinos como cuando en 2017 descorcharon un Marqués de Riscal del 38, su año de nacimiento.