La nueva vuelta al sol de la Reina Sofía no cambiará ni un ápice su forma de pensar. Tampoco su forma de ver la vida o cómo se dirige a sus trabajadores de Zarzuela. Mucho menos cómo afronta los reveses de la vida, esos giros que quizás no esperaba en su vida. Uno de ellos, seguramente, la publicación delos audios de don Juan Carlosmientras charlaba con Bárbara Rey sobre su matrimonio. A punto de cumplir 86 años, una experta en realeza nos muestra cómo es la emérita fuera de su agenda real, esa faceta que la Reina ha intentado mantener a salvo.
"En Zarzuela dicen que la Reina Sofía pregunta hasta la extenuación"
"Es muy atenta. Quiere que la gente a su alrededor esté a gusto. Y es una persona que hace muchas preguntas, muestra mucho interés. En Zarzuela dicen que hasta la extenuación", explica Carmen Enríquez. La periodista, que ha escrito dos biografías sobre doña Sofía, ha compartido horas con la Reina, por lo que sabe perfectamente de lo que habla. Es de su mano junto a quien se conoce cómo de detallista es la Reina y cómo procura "que nadie se sienta desairado" si ella está presente.
Así lo explica en 'Mujer hoy', donde confiesa que el carácter de la Reina sigue siendo el mismo, a pesar de no estar tan presente como antes. Fue en el año 2014 cuando dejó de ser reina consorte y pasó a tener el título de emérita, sin embargo, jamás ha dejado de lado su puesto como presidenta de su fundación. Es, precisamente, a través de ella con lo que ha donado más de 50.000 euros a los afectados de la DANA, un gesto muy aplaudido y agradecido por la sociedad.
La emérita no deja de repetir a su entorno "que quiere morir con las botas puestas"
"El otro día me decía alguien muy cercana a ella que quiere visitar todos los bancos de alimentos, por ejemplo. Me desvelaron, además, una frase que a mí me encantó y que al parecer usa habitualmente: 'Quiero morir con las botas puestas'. Ella quiere seguir siendo útil, siempre que esté razonablemente bien", apunta la periodista. Una intención que no se ha quedado en aguas de borrajas y que intenta llevar a cabo gracias a una agenda muy activa. Tal es su agilidad, tanto física como mental, que el próximo lunes viaja a Nueva York, donde estará hasta el miércoles 6 de noviembre por trabajo.
Esta ayuda de la Reina Sofía contribuye a despejar, en ciertos momentos, la agenda de los Reyes Felipe y Letizia. Algo que agradecen y que, por supuesto, ha acercado a Letizia a su suegra. Recordemos la tensa relación que ha existido entre ellas, tal y como se hizo evidente a las puertas de la Catedral de Palma, donde un manotazo mostró cuánto se había resquebrajado su vínculo. Corría entonces el año 2018. Eso ya quedó atrás y así lo explica Carmen Enríquez en el citado medio.
La relación de Letizia y doña Sofía ha mejorado mucho en los últimos tiempos
"La relación entre la Reina Sofía y la Reina Letizia ha mejorado mucho en los últimos tiempos. Salen juntas en Palma de compras, a cenar, también con la princesa Irene, van de paseo… Como cualquier nuera y suegra, surgieron diferencias, pero es algo consustancial a todas las familias, no tiene más importancia", desliza.
Desde ese momento su comunicación no verbal ha sido completamente distinta ante las cámaras. Este verano llamaron la atención de todos con unas imágenes en Palma, donde ambas pasearon junto a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, dejando ver su buena sintonía. Un sentimiento que al comienzo del noviazgo de Letizia y Felipe, al parecer, también existió. Lo explica la experta en realeza, mientras cuenta la anécdota vivida dentro de un avión.
Se acababa de anunciar el compromiso de los entonces Príncipes de Asturias: "Doña Sofía se acercó a hablar con nosotros y nos dijo: ' Pobre Letizia, lo que le va a tocar aguantar, lo que le van a criticar' Sabía perfectamente lo que era eso y era consciente de lo duros que estaban siendo algunos porque el príncipe que se casaba con alguien que no era próximo al círculo real. Lo decía con mucho cariño", apunta.
Lo que más le costó gestionar a doña Sofía de la relación de sus hijos
Mucho más complicado fue para la Reina gestionar la separación de su hija, la Infanta Elena. Su hija mayor decidió terminar su relación con Jaime de Marichalar en el año 2007, aunque no se divorciaron hasta dos años después. Echando la vista atrás pocos entienden que tardaran tanto tiempo en hacerlo, pero tiene una explicación, una en la que doña Sofía tiene un grandísimo peso.
"En ese momento la Reina Sofía lo llevó muy mal. Por eso utilizaron aquello de 'cese temporal de la convivencia'. Ella no quería que su hija se divorciara porque le parecía que restaba a la institución. Inicialmente se paró la historia y al final no tuvo más remedio que aceptarlo. No quedaba otra".