La vida de Olvido Hormigos 12 años después del escándalo

En el verano de 2012 el nombre de Olvido Hormigos irrumpió como un ciclón en  nuestro país. Todo a consecuencia de un vídeo de carácter sexual de la entonces concejala socialista de la localidad toledana de Los Yébenes. Aquel destacado capítulo dio un giro a su vida y se convirtió en un rostro habitual de la pequeña pantalla, donde participó en distintos realities. Actualmente, ha recuperado un tranquilo día a día junto a su familia y lleva años alejada de los medios. 

Madre de tres hijos, Javier, Mario y Valeria, la expolítica continúa residiendo en el municipio que la vio crecer. Estos últimos años se ha volcado en los suyos, sobre todo en la benjamina del clan -que nació en 2014-. La niña celebró el año pasado la primera comunión en un momento especialmente complicado para Olvido Hormigos, ya que había fallecido uno de los pilares en su vida, su madre.

Olvido Hormigos, una vida tranquila y familiar en Los Yébenes

La última entrevista que ofreció la manchega en televisión fue el pasado mes de enero en el programa '¡De Viernes!', donde confirmó que seguía unida a su marido, Jesús Atanhonero, y padre de sus hijos.

Llevan 35 años juntos. "Yo sé lo que le quiero y él sabe lo que me quiere a mí", zanjaba sobre su matrimonio. "Seguimos juntos, queriéndonos y tenemos una familia bonita. Me ha perdonado. Jesús es el amor de mi vida, es todo".

También dijo que se sentía muy aceptada en Los Yébenes donde lleva una vida tranquila. Actualmente, trabaja para el ayuntamiento de este municipio de casi 6.000 habitantes. Cuando pasó aquel suceso sus hijos mayores tenían 10 y 12 años y para ellos fue muy complicado superarlo. "Nunca he tenido una conversación con ellos", confesaba Olvido Hormigos. 

La exedil ha reconocido en distintas ocasiones que cometió un error y que su marido, carpintero de profesión, puso en una balanza todo lo sucedido y decidió apostar por su amor. "Jesús y yo no hemos sido pareja abierta nunca. Yo me he equivocado. Hemos sido una pareja tradicional. Le engañé en su momento y me ha perdonado. Pensaba que no tenía nada que ver el amor con el sexo. Que estuviera con otra persona no quería decir que no quisiera a Jesús", afirmaba en su última entrevista. 

"Daría lo que fuese por volver atrás. La gente puede pensar que he salido en televisión y he ganado dinero. Eso no me sirve para nada. Al final yo siento vergüenza todavía", recalcaba. Respecto a todo lo que llegó después, Olvido Hormigos indicaba que no se reconoce durante aquella etapa convulsa. "No era así antes y no lo soy ahora. Hubo una época que yo estaba como loca".

Necesitó ayuda profesional para superar aquel episodio tormentoso. "Yo cuando estaba en mi casa solo quería llorar. Dormía y no quería despertarme. No quería que llegara el día siguiente. Más de un día pensé en tomarme unas pastillas, pero nunca lo he hecho", afirmaba. 

Para ella fue un daño irreparable y es consciente que hay gente que no ha podido superarlo. "Yo no me perdono. No me voy a perdonar nunca. Creo que hay días en los que no llego a ser lo feliz que podría a llegar a ser con mi gente. Tengo siempre esa cosa ahí de vergüenza". 

La divulgación de ese vídeo íntimo supuso un antes y un después en nuestro país. Se cambió la ley y se castigó con pena de prisión a quien sin consentimiento promueva la divulgación de contenido que menoscabe "gravemente la intimidad" de una persona a través de la 'cláusula Olvido'. 

La etapa más mediática de Olvido Hormigos en televisión

El vídeo de carácter íntimo provocó que se volviera un personaje conocido de la televisión. "No sé. He pedido perdón a mi familia muchas veces, me avergüenzo". Una etapa frenética en la que, incluso, posó para la portada de Interviú. "Me costó mucho desnudarme delante de la gente. Eran fotos bonitas, estás desnuda pero son bonitas. Mi familia dijo 'haz lo que quieras, pero no nos gusta'. Era dinero que se ganaba rápido, no fácil".

Olvido Hormigo es consciente que ganó mucho dinero durante aquel tiempo, pero nunca ha calculado a cuánto ascendió la cantidad. "Hubiese preferido estar de maestra con el sueldo cada mes. Se gana dinero más rápido, pero no volvería a la tele. Me avergüenzo de esa época, no volvería a repetir mi época televisiva". Y es que para ella fue una vía de escape en plena tormenta. "Mi cabeza por algún lado tuvo que estallar. Yo salía, tomaba unas copas, venía alguien y me olvidaba de todo. No sé qué me pasó. Ahora digo ¡qué he hecho! No hay marcha atrás".