Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg, la actual Duquesa de Medinaceli, a sus 26 años, acaba de celebrar su unión matrimonial con su prometido Maxime Corneille, en una encantadora ceremonia en Jerez de la Frontera, abriendo así un nuevo capítulo en su vida.
Herencia y discreción
A pesar de ser la mujer con más títulos nobiliarios del mundo —tiene más de 40— Victoria prefiere pasar desapercibida, una actitud que recuerda a la que ya tenía su bisabuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, la anterior Duquesa de Medinaceli. Sin embargo, su presencia en los eventos públicos nunca pasa inadvertida, creando, alrededor de ella, un aura de expectación y elegancia muy reconocible.
Nacida en Marbella, Victoria es el producto de una rica herencia cultural. La separación de sus padres en 2004 hizo que se trasladara a vivir a Múnich con su madre, Sandra Schmidt-Polex, y su hermano Alexander. Los veranos los pasaba en Sevilla con su padre, Marco de Hohenlohe-Langenburg, y sus abuelos. La joven duquesa recibió su nombre en honor a la Reina Victoria Eugenia, madrina de su bisabuela paterna.
Educación y compromiso: los pilares de la Duquesa de Medinaceli
El amor de Victoria por España es palpable y le fue inculcado por su padre, quien también le contagió con su amor por los libros y el trato siempre cercano y humilde con las personas que le rodean. Al alcanzar la mayoría de edad, Victoria eligió Madrid como su nuevo hogar, allí emprendió sus estudios en el Instituto de Empresa (IE) y compartió piso con sus amigas más cercanas.
Victoria no es ajena al trabajo duro y a la preparación meticulosa. Gracias a la labor de numerosos expertos, se ha sumergido de lleno en el aprendizaje de los intrincados secretos históricos, genealógicos y protocolarios españoles. Esta formación no solo la prepara para mantener el legado que hereda, sino que también refleja su respeto y sensibilidad por la historia y la tradición que la preceden.
Desarrollo personal y profesional de Victoria
Tras finalizar su formación en España, Victoria estudió en la Universidad de Shanghái, y más tarde, en 2020, inició un máster en el prestigioso King’s College de Londres. Su búsqueda de conocimiento es una prueba de su compromiso no solo con su título, sino también con su desarrollo personal. Además, en Attalea Partners, una firma de consultoría estratégica y financiera, Victoria ha contribuido a crear valor sostenible, reflejando una mentalidad moderna y consciente de los desafíos que afronta el Medio Ambiente en todo el mundo.
Victoria es una gran aficionada a la hípica y, aquellos que la conocen, la describen como una persona educada, sensible y cariñosa, una joven consciente de que la vida siempre tiene lecciones que ofrecer. Le gusta disfrutar de la compañía de sus primos y sale a practicar deporte con muchos de ellos. Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, es un magnífico ejemplo de cómo la nobleza y la modernidad pueden coexistir, cómo uno puede honrar su herencia mientras abraza el futuro, y cómo la discreción y la humildad son valores que merecen la pena cultivarse durante toda la vida.