Verónica Forqué falleció por asfixia mecánica en su domicilio, situado en el barrio madrileño de Chamartín. En las inmediaciones se pudo ver a su hija, María Iborra, quien rota intentaba asimilar lo sucedido junto a su novio. La vivienda está ubicada en la calle Víctor de la Serna, cerca del conocido Parque de Berlín, una casa familiar en la que también vivieron sus progenitores. Aunque ella tan solo llevaba residiendo un tiempo, en su día fue oficina del reconocido José María Forqué y de su madre, la escritora Carmen Vázquez-Vigo. Tras la muerte de sus padres se hizo una reforma y entonces la actriz se mudó a este inmueble en el que murió el pasado 13 de diciembre. Pero, ¿qué va a pasar con esta propiedad ahora que Verónica ya no está?
"Todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto, que yo sepa. Lo que sí te puedo decir es que en estos momentos en el piso están viviendo unos familiares", explica una fuente a 'El Español'. "La última palabra la tendría María, pero en acuerdo con otros familiares", añade. No es la única que puede opinar, ya que Verónica tenía un hermano llamado Álvaro que, aunque falleció, tenía descendencia, por lo que la hija de Verónica Forqué tiene que conversar con sus primos antes de gestionar nada. Un piso que hasta antes del fallecimiento del director de cine, José María Forqué, funcionaba como despacho para luego ser la casa de su mujer, que también la ocupó hasta su muerte. "Cuando él falleció, se vino a vivir aquí la madre, Carmen, hasta su muerte. Ella quería una casa más recogida y a mano. Luego el piso estuvo vacío un tiempo", añaden al citado medio.
Si bien su hija reside en un ático situado en la zona de San Bernardo que te mostramos en SEMANA, sí que se ha desplazado a la casa familiar. Aunque para ella es muy difícil, ya que su relación era muy especial con su madre, María ha hecho de tripas corazón para poner en orden todo lo que todavía queda pendiente de Verónica Forqué. "Por lo que se comenta por aquí, sí que ha estado viniendo para organizar cosas y demás. Es lógico. Se dice que la chica estuvo muy pendiente de su madre y estaban muy unidas", desliza otra persona cercana.La relación de Verónica con sus vecinos era únicamente cordial, a diferencia de sus padres que se relacionaban más en el barrio. Nadie se esperaba lo sucedido en su bloque a mediados de diciembre del pasado año, aunque meses antes la intérprete hubiera admitido haber padecido varias depresiones a lo largo de su vida. "Tenía una angustia tremenda, pero no sabía por qué estaba tan mal”, dijo. Un bache que experimentó sobre todo a partir de que falleciera su hermano, con el que ella tenía una férrea relación. "Hace algo más de un año se terminó una importante reforma que se le hizo a la casa. Entonces, fue cuando se vino aquí Verónica. Fíjate, la reforma se había hecho para ella...", comenta otro testigo.