El uniforme maldito que Cayetano Martínez de Irujo podría utilizar para su boda con Bárbara Mirjan

Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan, si todo sale según lo previsto, se convertirán en marido y mujer a finales de este 2025. De hecho, ya están enrolados en los preparativos de su boda, los cuales mantienen muy ocupada a la pareja. Eso no quita que estén muy ilusionados, deseando que el gran día llegue. Pero, ¿saben ya cuál será su look para este día?, ¿tienen también esto atado? Aunque la ropa nupcial de ambos es aún una incógnita, hay algo importante que deben tener en cuenta. Al menos el aristócrata, pues el traje de gala de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla que eligió para su boda con Genoveva Casanova esconde una gran maldición. 

No por nada esotérico, sino porque en tres de las bodas en las se ha utilizado han resultado fallidas. Uno de estos matrimonios es precisamente el de Cayetano Martínez de Irujo, quien el 15 de octubre de 2005 se dio el 'sí, quiero' con la mexicana y cuyo enlace acabó siendo nulo. La razón no fue otra que la solicitud de la nulidad eclesiástica por parte de Genoveva en el año 2016, la cual permitirá ahora a los novios casarse por la iglesia si lo desean. 

Pero volvamos a este uniforme, perteneciente a una de las instituciones más antiguas y con más prestigio de Sevilla. Es de una de las órdenes más antiguas de la nobleza y se caracteriza por una levita de maestrante que para muchos es inconfundible. Sobre todo, por la casaca roja abotonada, en la cual se pueden apreciar varios detalles, entre otros, los cordones que cuelgan de ella. 

Lucida no solo por Cayetano, también la han elegido para sus nupcias otros como su hermano, el actual duque de Alba. El hijo de la duquesa y Matilde Solís contrajeron matrimonio el 19 de junio de 1998, pero en el año 2000 decidieron divorciarse. Un punto y final que tuvo muchísima repercusión al tratarse de ellos y con el que se dejó atrás su gran día ante más de 2.000 invitados. 

Los requisitos que deben cumplir aquellos que quieren llevar este uniforme para un día importante

Para ese día Carlos Juan Fitz-James Stuart lució este uniforme con placa de la Orden, combinado con una levita y un pantalón. Una elección que, por cierto, no puede llevar cualquiera, sino aquellos que cumplan los siguientes requisitos. Así lo explicó un teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería: "Debes ser y sentirte español. Ser católico, apostólico y romano. Ser monárquico por tradición familiar y convicción personal y, por último, pertenecer a una corporación nobiliaria". 

No obstante, ha habido otras ocasiones en la que se ha utilizado esta pieza histórica para bodas, aunque no como novio, pero sí como figura relevante en el enlace. Fue Cayetano, que ejerció como padrino el día en el que su hermana Eugenia se casó, quien se decantó por la famosa chaqueta. Un matrimonio con Francisco Rivera que tampoco funcionó y que nuevamente nos lleva al mismo punto: ¿es por una maldición?

Sea así o no, hay quien ha desafiado esta cuestión en los últimos años. Nos referimos a Fernando Fitz-James Stuart, casado desde el 6 de octubre de 2018 en el Palacio de Liria con Sofía Palazuelo. Seis años después el matrimonio funciona a la perfección y han sido padres de dos hijos, formando así una familia estable. Esto hay para quien será suficiente para derribar la teoría de que la chaqueta está maldita, quizás incluso para Cayetano Martínez de Irujo. 

Son muchos los que se preguntan por los detalles de la boda de Cayetano, conde de Salvatierra. Especialmente ahora que se ha descubierto sus planes de pasar por el altar con Bárbara Mirjan, con la que lleva diez años de novios. Tienen pensado convertirse en marido y mujer en una de las propiedades de la familia y pronto planean ser padres, un sueño para ella, quien todavía no se ha estrenado en la maternidad, a diferencia de su pareja. 

La diferencia de edad entre Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan

Ella tiene 29 años, es decir, 33 más que el hijo de Cayetana de Alba. Una gran diferencia que jamás ha sido un problema para ellos. Sí sorprendente para sus respectivas familias, a quienes en un principio les impactó.