María Teresa Campos sufrió una caída en casa por la que tuvo que someterse a varias pruebas médicas. Aunque afortunadamente todo quedó en un susto, lo cierto es que su familia permanece muy pendiente de su estado de salud. En especial sus hijas que no se separan de ella. Si bien Terelu Campos y Carmen Borrego no aportan demasiados datos de cómo se encontraba, quien sí ha dado declaraciones de su última hora ha sido Toñi Moreno. Aprovechando su último acto, la prensa le ha preguntado por cómo ve a la presentadora de televisión a sus 81 años. "Creo que está muy tranquilita, que está muy bien, que está en su casa", ha dicho. En el vídeo que te ofrecemos en este artículo se puede ver que, si bien en un principio prefiere mostrarse cauta, poco después sí da su versión.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa PressUn mensaje tranquilizador con el que confirma que María Teresa se está recuperando tras su último contratiempo de salud. Fue el 10 de enero cuando la malagueña ingresó en la Clínica de la Luz por motu proprio, donde los médicos le hicieron un chequeo que, al parecer, salió mejor de lo que podían imaginar sus hijas. Acudieron asustadas, ya que la matriarca de Las Campos apenas comía y bebía, dos gestos que hicieron saltar las alarmas. Además, tenía dolores tras su caída, pero ahora ha encontrado un punto de equilibrio y está tranquila en su hogar, donde puede estar tranquila junto a sus personas favoritas y su mascota.Eso no quita que su entorno sea consciente de la situación de María Teresa, quien se niega a recibir visitas. SEMANA se ponía en contacto hace algunos días con una amiga de la veterana comunicadora para hablar al respecto y se ha mostrado «preocupada» puesto que las partidas de cartas con ellas siempre había sido sagrada. En concreto, María Teresa Campos «nunca se había negado a recibir visitas y mucho menos a jugar a su partida de cartas». Es por ello por lo que ha crecido la preocupación a su alrededor, ya que saben lo feliz que es María Teresa cuando está rodeada de gente, algo que ha dejado de hacer tras su bajón anímico.