Tomás Páramo y María de Jaime había abierto las puertas de su casa situada en un enclave muy especial para ellos, el lugar donde se conocieron por primera vez. Para la pareja, esta casa supone la meta de uno de sus grandes sueños ya que a sus 28 años han conseguido formar una familia de tres hijos y ser propietarios de una vivienda con un estilo único, estancias abiertas y con un "pequeño museo". Así es la casa de Tomás Páramo y María de Jaime.
Un gran salón con piezas únicas de museo
La pareja ha enseñado todas las estancias de su casa en un 'house tour' que ha enamorado a sus seguidores por el estilo tan cuidado de su casa. Sin duda, el salón es la estancia más especial para la pareja ya que según Tomás, es "su pequeño museo". Este espacio está decorado con reliquias familiares que llenan el ambiente de historia, como el gran sofá de estilo vintage que pertenecía a los abuelos de Tomás y que fue retapizado en color azul marino para darle una segunda vida en su casa. Frente a él, cuenta con una chaise longue de diseño con formas circulares que combina a la perfección con el resto de al estancia.
La protagonista del espacio es la gran estantería azul marino con chimenea integrada que preside la pared principal del salón y sobre la que han expuesto algunas de las mejores obras de arte que guarda la pareja y sus recuerdos familiares. Uno de los objetos de gran valor sentimental es una escultura de la Virgen de la Esperanza, realizada a partir de la tripa de María cuando estaba embarazada de ocho meses. Esta obra es una de las más especiales para la pareja y ocupa un lugar privilegiado en el salón, justo entre el sofá azul vintage y los grandes ventanales de la estancia. Junto a ella, han colgado un cuadro de la pintora Teresa Jiménez Cuevas, que ya había acompañado a la pareja en su anterior hogar. Otro de ellos, lo han colgado sobre la estantería principal del salón y aseguran que "eligieron los colores del mueble en función de los del cuadro", ya que este lienzo fue un regalo muy especial de Tomás para María y querían que quedara completamente integrado en la decoración del espacio.
Sin embargo, en esta estancia abierta que une el salón-museo y el comedor, hay otro elemento que destaca por encima de los demás: una espectacular mesa de mármol travertino rojo que es la protagonista del comedor. Aunque al principio María no estaba convencida, decidieron encargar un diseño a medida que acabó transformándose en una pieza central del salón, tanto por su presencia estética como por su carácter artístico. Las lámparas del espacio también son muy originales ya que están inspiradas en los trajes tradicionales de Lanzarote.
Una cocina americana con su propio comedor integrado
Sin duda, la cocina es el corazón del hogar de Tomás y Maria y la estancia en la que ocurre mayor actividad día tras día. Para crear un espacio más amplio del que se construyó en un principio, derribaron una pared contigua a la cocina que era otra habitación de la casa y decidieron hacer un pequeño comedor abierto. El diseño cuenta un toque de estilo parisino, inspirado en las terrazas de la ciudad del amor reflejando el amor y la admiración de la pareja por la vida bohemia de París.
Dentro de este espacio culinario lo que más destaca es la elegante isla alta, acompañada por taburetes de estilo parisino que está situada en el centro de la cocina. Justo a su lado, se encuentra la mesa de comedor de madera natural rodeada por sillas reutilizadas de su antigua casa, lo que le da un toque nostálgico al ambiente. Y también cuenta con un banco hecho a medida que ocupa, que según María "siempre genera muchas disputas familiares porque todos quieren sentarse en él".
Dormitorio principal con decoración inspirada en África
El continente africano es debilidad para la pareja. En más de una ocasión, hemos podido ver como Tomás y María han puesto rumbo a África para conocer más sobre su cultura y su gente, siendo éste uno de los destinos que más le gustan visitar. Por ello, su dormitorio tenía que contar con una decoración inspirada en África y en sus viajes. En la estancia destacan elementos como el cabecero de la cama que es de tela africana, y un cuadro de dos caballos, regalo del tío de Tomás en su boda. Al igual que en muchas familias numerosas, la cama se vuelve la protagonista del espacio ya que es de grandes dimensiones para que los cinco puedan dormir juntos algunas noches.
Los dormitorios de sus tres hijos sigue la misma línea cromática del resto de la casa. Sus dos hijos pequeños, Catalina y Fede, de tres años y un año, comparten la mismas habitación que está decorada en tonos verdes y con muebles de mimbre, cuenta con una pequeña cocinita de madera y una cama individual para Catalina, acompañada de una cuna para Federico, todo en tonos tierra. En el caso de Tomi, el hijo mayor de la pareja, su dormitorio tiene un estilo diferente mas cercano al del resto de la casa. Tomás y María eligieron muebles adquiridos en anticuarios, entre ellos una lámpara traída de Alemania. El espacio refleja una mezcla entre fantasía y un estilo étnico, con detalles como peluches de dinosaurios y una alfombra con formas geométricas. También cuenta con una cama nido, que según Tomás, "es por si la familia crece", aunque asegura que volver a ser padre no entra en sus planes por el momento.