Tamara Gorro y Ezequiel Garay han sufrido un robo en su casa de vacaciones. Han denunciado lo sucedido ante la Guardia Civil y explican todo lo sucedido con detalle. Por fortuna no estaban en casa cuando los ladrones entraron, lo que sí sucedió dos semanas antes, en la misma residencia, con otros inquilinos
Tamara Gorro y Ezequiel Garay han sido víctimas de un robo en su casa mientras se encontraban de vacaciones. Quizá esto sirva de ejemplo del riesgo de exponer en demasía cada paso que se da en este tipo de plataforma y es que los ladrones que han entrado en la vivienda en la que se habían instalado y sabían a ciencia cierta no sólo que los propietarios no se encontraban en su interior, sino también cuánto tiempo tenían para explorar con total tranquilidad cada rincón de la vivienda para hacerse con un jugoso botín. Todo gracias a seguir los stories y datos que han ido deslizando en las redes sociales. La influencer y el futbolista -que acaba de anunciar que deja el fútbol a nivel profesional- ya han puesto en conocimiento de la policía el asalto a su residencia de vacaciones a través de la correspondiente denuncia y Tamara Gorro ha narrado lo sucedido paso a paso para informar a sus seguidores, su “familia virtual”, el drama que están viviendo al ver cómo su refugio ha sido mancillado por unos desconocidos sin que pudiesen hacer nada para evitarlo.
Tamara Gorro y Ezequiel Garay se encontraban de vacaciones en la playa para desconectar de la rutina y dejar las malas noticias por el camino, pero parece que sus días de asueto no han comenzado con buen pie. Unos ladrones han asaltado su casa, pero lo que más les preocupa no es tanto lo que se han llevado como botín -del cual no han querido hacer mención, demostrando que no les importa tanto lo material como el miedo experimentado-, sino la inseguridad que sienten al conocer que han campado a sus anchas por las estancias, han tocado cada rincón con impunidad y, sobre todo, la manera en la que han logrado acceder a la vivienda.
Horas después de instalarse en la casa, la siguiente visita fue al cuartel de la Guardia Civil. Así lo cuenta la propia Tamara Gorro, que se alegra de que al menos no se encontraban en casa cuando esta ha sido asaltada: “La casa tiene dos partes. Yo entré, me cambié, me vestí y Ezequiel fue el que se dio cuenta porque le faltaban cosas”. Fue cuando accedieron a la segunda parte de la residencia y se percataron de que habían sido robados y cómo habían entrado los ladrones: “Vimos que la puerta estaba abierta con llave, no forzaron nada”, subraya la influencer un dato que tendrán muy en cuenta los agentes que investiguen su caso.Tamara Gorro no se siente segura en esa vivienda al saber que hay otras personas que tienen la llave y pueden regresar cuando les plazca. Es por eso que ha decidido, junto a su marido, emplazar ahora el resto de sus vacaciones en un hotel cercano, donde poder disfrutar junto a sus hijos sin mayores sobresaltos, a la espera de noticias de la Guardia Civil sobre si han encontrado a los asaltantes que se han llevado parte de las pertenencias del matrimonio. “Gracias a Dios no ha sido nada. Hemos encontrado un hotel maravilloso y vamos a disfrutar de nuestro día”, asegura.
Los agentes de seguridad ya siguen los pasos de los autores del delito de robo que han sufrido Tamara Gorro y Ezequiel Garay, dado que no es la primera vez que sucede. De hecho, hace tan solo dos semanas la misma casa fue asaltada del mismo modo, pero en esa ocasión los ocupantes de la vivienda vacacional sí se encontraban en su interior. Menudo susto se llevaron. Pero la influencer no solo ha querido denunciar el robo, también la dejadez que han mostrado desde la agencia a la que habían confiado sus vacaciones: “Nos han dicho que demos gracias de que no estábamos. La agencia nos ha dejado de lado, pero mira, estamos bien que es lo importante”, trata de encontrar el lado positivo a un percance que bien podría echar por tierra sus planes estivales, pero por fortuna no ha sido así. Tamara Gorro tiene mucho que agradecerle a la vida y también problemas mayores que la pérdida de bienes materiales, como puede ser la recaída en el cáncer de su ‘princesa’ de 15 años, la cual anunció la pasada semana.