Empieza una nueva etapa para Íñigo Onieva (34 años) y Tamara Falcó (42 años). El matrimonio, que cumplirá el próximo 7 de julio su primer aniversario de casados, está viviendo con nervios el nuevo proyecto laboral de Íñigo. La hija de Isabel Preysler es consciente de que la intranquilidad se ha apoderado de su marido, que en unos días abrirá las puertas de su nuevo restaurante, 'Casa Salesas', situado en pleno centro de Madrid.
Tamara Falcó, el mejor apoyo de Ínigo Onieva en un momento de cambios
Como no podía ser de otra manera, Tamara Falcó ha querido ver el resultado de arduo trabajo, en los que Íñigo Onieva ha tenido que supervisar obra, que ha durado meses, y los posteriores trabajos de decoración. Por eso, hace unas horas acudía al restaurante en compañía de su chófer. Tras bajarse del vehículo, la marquesa de Griñón se mostraba de lo más feliz por poder ver cómo había quedado el local.
Tamara Falcó ha querido ser la primera en probar todos los platos que van a poner al servicio de los clientes desde que se abran las puertas de este restaurante de manera oficial. Para disfrutar de esta degustación, la hija de Isabel Preysler se decantó lucir un look cómodo, pero arreglado. Unos jeans oscuros, una camisa de rayas, muy favorecedora, por cierto, un trench y unos zapatos de tacón en color camel.
Aunque todavía desconocemos los platos que se podrán probar en este nuevo restaurante, que promete convertirse en el local de moda de la capital española. Tamara Falcó ya ha podido degustarlos. Para Íñigo, su mujer es una de las clientes más exigentes, ya que como todos sabemos, es una experta de la cocina. No solo ganó una de las ediciones de 'MasterChef Celebrity', también estudió en el prestigioso Le Cordon Bleu. Después de esto, la marquesa de Griñón ha seguido practicando y mejorando en la cocina.
Para su visita, su marido le tenía preparada una de las mejores mesas del local, cerca de una de las ventanas que dan a la calle exterior. Eso nos permitió ver su reacción. Tamara Falcó estuvo un rato sentada en una mesa, junto a su marido, que le estaría explicando cómo va a proceder ahora que está todo listo para la apertura del local. Después de un tiempo dentro, la marquesa de Griñón abandonó el restaurante sola, sin la compañía de su marido, que se quedó más tiempo dentro para ultimar detalles.
Un restaurante que promete ser el local de moda de Madrid
A su salida, Tamara se mostró de lo más feliz, lo que deja ver que está muy orgullosa del trabajo que ha hecho su marido todos estos meses. Íñigo Onieva, que últimamente es muy dado a mantener en un discreto segundo plano todo lo que ocurre en su vida, salió horas después del local, ya de noche. No dudó en responder a los periodistas, a los que, por cierto, invitó a comer. "Espero que os haya gustado. Me alegro, me alegro de que os gustara".
Además, quiso dar detalles sobre cómo está pasando estos días previos a la apertura del nuevo restaurante: "Todo bien, todos muy contentos, muchas gracias", se limitó a decir antes de volver a casa, donde se reencontró con Tamara Falcó tras acudir esta a su nuevo restaurante.
Íñigo Onieva se enfrenta a esta nueva experiencia laboral con ilusión. Además de contar con el apoyo incondicional de su mujer y toda su familia, el empresario se ha asociado con José Luis López, más conocido como 'El Turronero', y con Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz de Vox en el Congreso para esta aventura profesional que esperan que sea un éxito.
El restaurante 'Casa Salesas' que están a punto de inaugurar se encuentra entre la Calle Fernando VI y la Calle Regueros. El tipo de cocina que van a poner es muy parecida a los restaurantes Totó y Tatel, en los que, por cierto, Íñigo Onieva ha trabajado como Relaciones Públicas. Ahora cambia de papel y será uno de los socios de este nuevo local, situado en el barrio de las Salesas de Madrid y que promete ser uno de los lugares de moda de la capital.
Aunque todavía no conocemos muchos detalles, ya podemos decir que además de una amplia carta de platos muy ricos, Íñigo Onieva y sus socios han querido dar un giro y aportar al lugar un dato diferenciador. Y es que también habrá música y una amplia carta de cócteles, lo que llamará aún más la atención de clientes más exigentes.