Tamara Falcó se encuentra inmersa en la recta final de su enlace. La Marquesa de Griñón se casa este 8 de julio junto a Íñigo Onieva en El Rincón y, a tan solo un mes de su boda, llegan otras celebraciones como las despedidas de soltero. Las invitaciones ya están listas y enviadas y los vestidos en los respectivos talleres en confección. Sus amigas junto a su hermana Ana Boyer decidieron hace semanas celebrar la primera de ellas en Fátima con un fin de semana de peregrinación y reuniones entre amigas. Ahora ha podido disfrutar de la segunda. En esta ocasión han sido sus compañeras de trabajo las que le han sorprendido.
La hija de Isabel Preysler disfruta de una cena en un restaurante de la capital junto al equipo de The Lab Talents. Esta es su agencia de representación, que comparte con su hermana, y en la que aparecen otros rostros tan conocidos como Eugenia Silva, Nuria Roca, Blanca Padilla o Juan Betancourt. En las redes sociales comparten un posado de esa reunión donde seguro compartieron confidencias en una noche de "despedida". Así puede olvidarse un poco de los últimos detalles que ya están atando de cara al gran día. Están siendo unas semanas frenéticas para Tamara Falcó desde que tuviera que buscar, dos meses antes de su boda, un nuevo vestido de boda.Hace unos días tomó un avión rumbó a Nueva York, de hecho, para encontrarse con Wes Gordon, diseñador de Carolina Herrera, tras pedirle ayuda y este diseñarle los trajes que lucirá. No lo dudó ni un momento y acudió a su rescate. "Ha sido la prueba de novia más maravillosa que he tenido. Fueron encantadores, los bordados preciosos, el equipo...me he sentido super escuchada. Por lo menos tengo algo que ponerme", bromeó mientras explicaba cómo se sentía después de decidir que fueran ellos los encargados.
La primera despedida de soltera de Tamara Falcó: un viaje a Fátima
Ni un esguince impidió que Tamara Falcó disfrute de sus despedidas de soltera. Ya en esta segunda, hace unos días, ya está más recuperada pero la primera, en el mes de mayo pasado, no tanto. De hecho viajó con muletas después de una caída en 'El Hormiguero' y sus amigas fueron su gran apoyo. En la ciudad portuguesa disfrutaron del enclave donde se encuentra el Santuario de Fátima y disfrutaron de momentos de recogimiento. No todo iba a ser tranquilidad, los momentos más divertidos de fiesta llegaron "al caer la noche". Le tenían preparada una cena en un restaurante muy particular. "Era todo temática manicomio, todo muy raro. La comida estaba muy buena. Preferí Fátima, la verdad. Tomamos vinitos, copas...Llegó un tío vestido de novia y con la cara verde, me dio un ramo, se empezó a desnudar...", descubrió en el plató de Atresmedia.Gracias a los medios de comunicación que la seguirían, algo que no esperó nunca, pudo convencerlas de que no le hicieran llevar un disfraz, "querían vestirme de bacalao para esconderme". Luego fueron conscientes de que "nadie me iba a dejar pasar así por el control de seguridad. Simplemente era incómodo". En un momento dado se pudo ver a la Marquesa de Griñón sobre una silla de ruedas en su viaje y llevó a pensar que su lesión fuera algo más: "He venido sin muletas así que muy bien. El ir en una silla era idea de ellas porque iba lenta. Salimos del avión y había tres y me dijeron que me subiera".