Joaquín Sánchez ha vuelto a arrasar en audiencias con su docuserie 'La penúltima y me voy', sobre todo porque han mostrado cómo fue su boda con Susana Saborido. Han hecho un repaso a su historia de amor e incluso han dado el paso de mostrar el vídeo del día de su 'sí, quiero' en 2003. En el sofá de casa se reunieron con sus hijas, Daniela y Salma, para ver el vídeo al completo. Esto les llevó a pasar un rato de lo más agradable, entre risas y comentarios. Sin embargo, en un momento dado, Susana no pudo evitar las lágrimas al ver a un familiar que ya no está con ellos. La cara de la mujer cambió de manera radical.
El futbolista le dice a una de sus hijas que adelante el vídeo para ver otras escenas, pero Susana le pide que no lo haga: "Espera, espera, que viene ahora mi primo y lo quiero ver. Mi primo baila ahora conmigo", declara Susana con ilusión. Acto seguido se puede ver a Susana bailando con su primo en su boda. Esta no podía evitar emocionarse y se llevaba las manos a la cara. Su hija pequeña la mira y se funde en un abrazo con su madre.
Este es el momento que ha emocionado a Susana Saborido
Su madre, que ha participado en la docuserie, no dudaba en explicar la relación que tenía Susana con su primo: "Antonio, primo hermano de mi Susana, era muy cariñoso. Siempre estaba con nosotros. Me cuesta mucho trabajo decirlo. Que llamaran diciendo que se había matado en un accidente pues... Fue muy duro, pero son cosas que pasan en la vida", termina diciendo muy afectada. Mientras tanto, Susana no conseguía recuperarse al ver a su primo. Su familia, consciente de cómo lo pasa cuando recuerda este duro golpe, se levantó para abrazarla.
La familia reacciona dándole un gran abrazo
Pero no solo ha habido momentos tristes en la nueva entrega de la docuserie de Joaquín Sánchez. Susana no ha podido evitar la risa al recordar el momento más surrealista que vivió durante la ceremonia de su boda. Una boda que acaparó mucho interés. Susana Saborido ha confesado que llegó a la iglesia para casarse y no encontraba a su futuro marido por ningún sitio: "Fue doblar la esquina y yo no he visto a más gente en todos los días de mi vida” declara la mujer del futbolista. Además, ha recordado que la policía fue la encargada de meterla en la iglesia.Susana lo primero que vio al entrar en la iglesia fue a Lopera y hasta que no llegó al altar no encontró a Joaquín. El futbolista, que no dio crédito de toda la gente que había en su boda, cuenta una divertida anécdota, “me estaba casando y veía a un niño lleno de arena de la playa y digo, ¿este niño de quién es?” cuenta entre risas Joaquín para destacar la multitud de personas desconocidas que había en el interior de la iglesia el día de su enlace matrimonial.