Íñigo Onieva y Tamara Falcó vuelven a estar en el centro de todas las miradas. La pareja es una de las conocidas del panorama social español y su relación ha dado mucho que hablar. La marquesa y el empresario pasaron por el altar en julio de 2023 y desde entonces, han sido muchos los rumores que han surgido sobre ellos.
Hace tan solo un mes que Marta Riesco desvelaba que Íñigo Onieva había sido observado, durante el día de San Valentín, saliendo de un hotel en Madrid. El empresario, según explicaba la periodista, se mostró visiblemente nervioso e intentó no ser visto. Algo que hizo saltar todas las alarmas sobre un posible distanciamiento entre la pareja. Sin embargo, ni él ni Tamara Falcó quisieron hacer declaraciones al respecto y ambos han acudido juntos a diferentes eventos, dejando claro que su relación va viento en popa.
Además, ambos han realizado planes por separado, algo normal en la pareja. Carolina Molas, la madre del empresario, ha sido la última en reaccionar a los rumores de distanciamiento, confirmando que todo está bien. Sin embargo, ha habido un movimiento que sus seguidores no han pasado por alto que ha hecho saltar todas las alarmas sobre una posible crisis entre ellos. No, no se trata de un gesto que haya realizado la pareja, sino que ha sido Isabel Preysler la que ha realizado un sospechoso movimiento.
El llamativo gesto de Isabel Preysler con Íñigo Onieva
La periodista Anna Gurguí ha revelado en 'Ni que fuéramos shhh' el nuevo movimiento de Isabel Preysler. "Uno de los detalles que confirmaría la supuesta crisis que hay entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva", ha comenzado surante el directo del programa presentado por María Patiño. "Ya vimos el feo que le hizo Íñigo a la prensa que incomodó a Tamara. No sabemos lo que puede estar pasando en la intimidad, pero el caso es que he estado investigando detalles que podrían dar la confirmación de que hay algo más. Y la sorpresa ha llegado con que Isabel Preysler ha dejado de seguir en redes sociales a Íñigo Onieva'', ha expresado.
La comunicadora ha sorprendido al resto de presentes en el plató. Además, ha querido recalcar que Íñigo Onieva sí que sigue en las redes sociales a su suegra. ''Abre un abanico de posibilidad de que algo ha pasado, algo ha visto Isabel Preysler que no le ha gustado o simplemente que se ha enterado de algo'', ha indicado la periodista. Además, ha querido recalcar que la socialité es muy activa en redes sociales, por lo que es extraño que haya realizado este movimiento. Sin embargo, también se ha abierto otra posibilidad y es que la madre de Ana Boyer, quien comenta con frecuencia a sus hijas y a sus yernos en las redes sociales, no sea la encargada de su perfil público y, por tanto, no haya sido algo meditado.
El pasado mes de mayo, Isabel Preysler publicó en sus redes sociales dos imágenes en el interior del restaurante Casa Salesas. Al local en el que trabaja su yerno acudió junto a él y Tamara Falcó. La socialité compartió con sus seguidores las instantáneas, posando junto a ellos. Sin embargo, ya en aquel momento tan solo etiquetó a su hija en la publicación. Esto demuestra que la socialité nunca ha tenido intención de mantener el contacto con su yerno en las redes sociales.
Por otro lado, el resto de la familia sí que sigue al empresario en las redes sociales y en algunas ocasiones comentan o dan like a sus publicaciones. La más activa es Chabeli, quien comenta a cada uno de los miembros del clan y felicita a sus hermanas y cuñados por lo guapos que están en cada una de las imágenes que muestran en las redes sociales.
Isabel Preysler siempre desconfió de Íñigo Onieva
Cabe destacar que la propia Tamara Falcó ya reveló en ‘El Hormiguero’ que su madre desconfiaba de Íñigo desde el primer momento: “Mi madre ha sido un apoyo fundamental. Yo creo que mi madre fue quien filtró el vídeo”, confesaba en pleno directo y con cierta ironía, dejando entrever que a Isabel Preysler no le hacía mucha gracia que su hija se fuera a casar con Onieva tras salir a la luz un clip del empresario con otra joven. Sin embargo, no le ha quedado más remedio que aceptar la decisión de la marquesa de Griñón de darse el “sí, quiero” con su actual marido.