Sonia Ferrer tiene motivos para sonreírle al verano. Y es que la presentadora y colaboradora de televisión está de nuevo ilusionada. El hombre que ocupa su corazón es Pablo Nieto, el hijo mediano del desaparecido expiloto Ángel Nieto, con el que precisamente ha reaparecido este pasado jueves durante el homenaje que ha hecho su familia en honor al expiloto de motociclismo.
La presentadora y Pablo Nieto llevan saliendo ya varios meses, tal y como apunta 'ABC', pero no ha sido hasta este mes cuando han decidido hacerlo oficial. De hecho, la pareja ha viajado hasta Ibiza para acudir juntos al homenaje en honor a Ángel Nieto que han celebrado en la isla pitiusa.Se trata de la primera aparición pública que hacen como pareja, un paso muy importante, ya que en este evento se han dado cita muchos miembros de la familia de Pablo Nieto. Sonia Ferrer y el hijo de Ángel Nieto han viajado hasta Ibiza, el destino favorito de la familia Nieto para el verano, para acudir al homenaje celebrado en memoria del expiloto de motociclismo, que murió el 3 de agosto de 2017 después de haber sufrido un accidente con un quad en las inmediaciones de su domicilio en la isla pitiusa.
Sonia Ferrer, que es muy activa en las redes sociales, ha preferido no compartir nada sobre su presencia en Ibiza y por supuesto, tampoco ninguna imagen con Pablo Nieto. Parece que por el momento la pareja quiere mantener en un discreto segundo plano y disfrutar del comienzo en la más estricta intimidad.Ambos acudieron al homenaje de Ángel Nieto, donde se reencontraron con toda la familia. En el homenaje, presidido por los tres hijos del deportista (Gelete, Pablo y Hugo), Sonia y Pablo ocuparon asientos distintos. Es la primera vez que vemos a la pareja juntos después de que se conociera la noticia de su relación.Para la ocasión, Sonia Ferrer se decantó por lucir un vestido básico blanco, sandalias de tacón con tiras de cuero, maxi bolso de rafia con detalles de piedras de colores y gafas de sol, con las que pretendía pasar desapercibida. Esto no ocurrió, ya que todas las miradas estaban en ellos después de conocerse que estaban ilusionados.
A la salida del homenaje, Sonia Ferrer prefirió quedarse en un segundo plano mientras su pareja despedía a sus familiares y amigos. Estuvo apartada del grupo viendo su móvil, mientras no quitaba el ojo a Pablo. Ahora la pareja podría pasar unos días en la isla para descansar y desconectar en compañía de algunos amigos que tienen en común.
Fue un homenaje precioso, al que acudieron numerosos familiares y amigos de la familia. Se respetaron en todo momento las medidas de seguridad y distancia, con el fin de evitar los contagios. De hecho, las sillas estaban todas separadas entre sí a dos metros de distancia y todo el mundo acudió con mascarillas, obligatorias en todos los lugares públicos.