Renovada por dentro y por fuera. Así se ha mostrado Shaila Dúrcal tras perder 20 kilos. La hija de Rocío Dúrcal ha reconocido que en su momento tomó la determinación de que ciertos aspectos de su vida debían cambiar: "Hace un año mi objetivo era cuidarme, estar cerca de los míos y estar feliz -que es mi objetivo siempre-". Finalmente se siente más que satisfecha con el resultado: "Estoy muy contenta de que haya podido superar esta batalla tan dura".
Durante una sincera entrevista en 'Viernes Deluxe' ha subrayado que su pérdida de peso no solo había sido "un cambio físico, también ha sido un cambio muy mental". Ha explicado que debía llegar a "unos términos conmigo misma. Siempre he admirado a esas personas con esa fuerza de voluntad y esa consciencia de estar sanos".
"He utilizado la comida para premiarme y castigarme", afirmaba tajante. Además, hacía hincapié en que la pérdida de su madre le afectó considerablemente en su momento. Sin embargo, ha dejado claro que nunca ha tenido ningún trastorno alimentación, pero sí ciertas depresiones. "Mi pérdida de peso puede servir como ejemplo para gente que pueda estar pasando por momentos complicados".
Ha incidido en que siempre ha sido una persona a la que le ha costado tener un equilibro con la comida. "El problema que tenía es que con los viajes y cambios de horarios eso me afectaba mucho". Se juntaron diversas variables que la afectaron en su momento y le hicieron engordar: "Entre el accidente del dedo y el dejar de fumar cogí unos cuantos kilos de más. También tengo hipotiroidismo y me ha causado muchos problemas con mi peso".
Un tratamiento médico
Por contra de lo que muchos puedan pensar, su transformación física no responde a una dieta. "Estoy con un tratamiento médico para gente que le sobran muchos kilos. El sobrepeso me estaba provocando problemas de salud". Es un "tratamiento riguroso" que se "puede hacer cuando uno está rodeada de gente que te apoya". Ha explicado que nunca había dejado de comer con el objetivo de adelgazar. Pero sí ha tenido que aprender ciertas cosas, entre ellas, a cuidarse y a comer bien.
Shaila Dúrcal ha recordado que desde la adolescencia ha acusado diversos altibajos importantes en su vida: "Alrededor de los 16 años sentí por primera vez indicios de depresión. Luego más tarde con 26 también cuando falleció mi madre". Actualmente no lleva bien lidiar con las críticas sobre su físico que acostumbra a recibir en las redes sociales. Esta transformación llega ligada a un cambio de vida, ya que ha decidido regresar a España: "Es el momento perfecto para volver a mi tierra y estar junto a los míos", señalaba ilusionada. La hija de Rocío Dúrcal atraviesa, además, un gran momento a nivel profesional ya que va a grabar próximamente un disco de boleros que le hace especial ilusión.