La muerte de Rocío Dúrcal y, posteriormente, de su marido Antonio Morales dejaron a su hija Shaila completamente abatida. Se refugió en Estados Unidos con su marido, Dorio, y allí, a miles de kilómetros de su tierra y de todos los recuerdos que aquí se quedaban, pudo recomponer poquito a poco ese maltrecho corazón que se rompió con la marcha de sus padres. El tiempo sanó las heridas y varios años después, en 2020, convertida en una mujer fuerte, digna heredera del talento de sus padres volvió a España. Aquí se reencontró con sus hermanos (a los que sigue muy unida), con sus amigos, pero también con esa casa familiar, la de Torrelodones (Madrid), que mantenía y mantiene la esencia de sus padres.

Hoy Shaila Dúrcal nos recibe en esa misma casa. La pequeña de la familia -que cada vez más es el vivo retrato de su madre- decidió comprar su parte a sus hermanos y se ha quedado con una vivienda que para ella es mucho más que eso. Allí está su infancia, los recuerdos más felices y hasta las cenizas de la propia Rocío Dúrcal.

Sin embargo, reabrir una casa que durante 10 años ha estado completamente cerrada no ha sido fácil y estos días Shaila se enfrenta a una remodelación completa de la que SEMANA ha sido testigo. Muebles embalados, cajas y los sofás y las mesas que un día usaron sus padres se distribuyen en los 660 metros cuadrados que tiene la casa. Por las dimensiones podría ser una vivienda fría y sin alma, pero nada más lejos. Con Shaila en la casa se respira calidez y calma. Ella suspira: “En este sofá mamá hacía sus entrevistas. Le tengo mucho cariño. Para mí, quedarme con la casa y con los muebles más típicos de mis padres me ha hecho mucha ilusión y estoy encantada de compartirlo con vosotros”.

Shaila Dúrcal en la chimenea de su casa

La joven cantante posa sonriendo para SEMANA

Joan Crisol

Esta casa permaneció cerrada durante una década ¿cómo fue volver a entrar aquí y vivir en ella?
Ha sido literalmente volver a casa. Yo me he criado aquí desde que era un bebé.

Rocío Dúrcal posando en la chímena familiar

Rocío Dúrcal posando en la chimena familiar al igual que lo hace ahora su hija Shaila con nosotros

SEMANA

¿Naciste aquí?
No, pero tenía solo un mes de vida cuando nos vinimos a vivir aquí. La hicieron mis padres con mucho cariño y mimo. Me hacía mucha ilusión poder retomar con mi familia esta casa y poder empezar como un nuevo capítulo de nuestra vida.

¿Significa comenzar un nuevo ciclo?
Sí. Mis papás están en cada una de las estancias. Siento que esto es como una nueva era. Son diferentes momentos y yo, particularmente, después de 25 años de carrera, me siento en una nueva etapa.

¿Regresas definitivamente a vivir en España?
Es bonito sentirme realizada otra vez en mi tierra. Esta casa será como mi base, mi centro de operaciones.  Nosotros (su marido, Dorio, es su representante) viajamos mucho, sobre todo a México y Estados Unidos. Pero aquí quiero echar raíces.

Shaila Dúrcal sobre la mudanza: "Me lo estoy tomando con paciencia"

Shaila Dúrcal posa en su casa

Shaila Dúrcal se sincera con SEMANA

Joan Crisol

Ahora mismo estás de obras y con la mudanza.
La hemos remodelado y cambiado algunos espacios,  pero la esencia es la misma. Me lo estoy tomando con paciencia, poquito a poquito, porque son muchas cosas, muchos objetos. Por ejemplo, tenemos dos lámparas de araña de la época de mamá que me estoy encargando yo misma de ir restaurándolas. También me tengo que poner con el jardín, plantar los rosales de mi padre…

¿Cuentas con ayuda?
Mis hermanos y mi familia siempre me están ayudando, pero vamos paso a paso porque si no me volvería loca. Son muchos recuerdos, cada uno tiene una historia.

¿Celebrarás en esta casa las Navidades?
Las voy a pasar tranquilas porque también me toca trabajar mucho en Canarias, pero estoy feliz de estar en mi tierra. Ya eran muchas Navidades sin poder estar aquí, cerca de mi gente, y ya tocaba.

En el mirador descansan las cenizas de tu madre.
Mi padre construyó esa escalinata que sale de la que era su habitación. Es muy especial poder disfrutar de la sierra madrileña... Me trae muchos recuerdos de papá y mamá. Es un sitio muy mágico.

Saila Dúrcal: "Mi hija se está haciendo mayor, pero para mí siempre será mi pequeña"

Shaila Dúrcal en el mirador de su casa

Shaila Dúrcal en una de las zonas más destacadas de su casa

Durante la sesión de fotos hemos conocido a tu marido, Dorio, y a su hija, Aitana, a quien tú consideras como tu propia hija. ¿Cómo es vuestra relación?
Me llevo muy bien con ella, pero también le meto candela porque le encanta salir (risas). Yo tampoco es que pueda decir nada porque a mí a su edad también me gustaba ir de fiesta. Tiene 20 años y está feliz. Se está haciendo mayor, pero para mí siempre será mi pequeña.

No puedes ocultar lo orgullosa que estás de ella.
Ya puedo contar con ella como un adulto. Me entiende y me ayuda mucho. Todas esas cosas se aprecian ahora.  Yo soy muy mami.

¿Te arrepientes de no haber buscado ser madre?
No, porque yo nunca tuve la necesidad de ser mamá. Siempre estuve ocupada y haciendo mil cosas. Me dediqué por entero a mi carrera y a mi marido. Siempre digo, con mucho cariño, que a mí la peque me la dieron hecha. La he criado en parte también como su amiga adulta, con el respeto y la autoridad de ser mamá. Ella siempre se ha amoldado muy bien. Ha sido una niña a la que le hemos querido dar mundo y ha viajado mucho con nosotros.

Shaila Dúrcal sobre su marido Dorio: "Los dos somos muy parecidos y nos encanta compartir alegría"

Shaila Dúrcal en la cocina de su casa

Shaila Dúrcal en una de las estancias de la casa en la que más pasa tiempo

Joan Crisol

¿Está estudiando alguna carrera?
Estudia online. Está haciendo ahora inteligencia artificial. Nada que ver con lo mío, pero, sin embargo, sí lo está enfocando también a cositas que tengan que ver con lo mío. Siempre le he dado libertad para que estudiara lo que quisiera, pero también es importante que haga algo que le apasione y que nunca lo deje de lado. También quiero que aprenda de la industria, de lo que nosotros hacemos, porque también va a heredar algo. No puede ser que no conozca nada. Su padre es abogado especializado en derechos de autor.

Ya que hablas de tu marido, Dorio, me ha parecido un gran anfitrión.
Sí (risas). Mi hermana Carmen lo dice mucho. Ella se refiere a nosotros como la pareja musical y ahora, en esta casa, le hemos vuelto a dar la vida musicalmente hablando, como en su momento hicieron papá y mamá. Los dos somos muy parecidos y nos encanta compartir la alegría.

Shaila Dúrcal habla de su legado musical

Shaila Dúrcal desde el comedor de su mansión

Shaila Dúrcal nos abre las puertas de su casa

Joan Crisol

Has conseguido dejar con tu música el apellido Dúrcal por todo lo alto.
Siempre vamos haciendo algo más porque la música es una carrera de resistencia. La música acompaña a la gente y es una responsabilidad muy grande. Intento aportar algo nuevo, obviamente lo regional mexicano siempre está, pero intentamos mezclarla con otros tipos de sonidos. Como artista y como músico, yo creo que es importante seguir aportándole a la música y componer también yo algunas canciones, tanto en lo regional como en la parte pop. Siento que cada día que pasa voy creciendo más. en esta industria.

¿Qué proyectos tienes?
Tenemos varios proyectos. He estado un tiempo sin sacar canciones porque también necesitaba organización en mi vida y no puedes estar en todo a la vez. Me encantaría poder lanzar diariamente música, pero hay veces que hay que tener un poco de paciencia. Tengo muchas cosas que quiero darle a la gente, por ejemplo, mi disco regional mexicano, en el que estoy trabajando y, por otro lado, mis boleros rancheros. En los espectáculos procuro compartir un poco de cada cosa. También he sacado una canción nueva que va a ser la banda sonora de una telenovela.

Recientemente también te hemos podido ver cantando con Isabel Pantoja ¿cómo fue la experiencia con ella?
Ay, mi Panto ¿sabes que yo no la conocía y tampoco sabía que nunca había conocido a mamá? Me daba mucha rabia que no se hubieran conocido y no hubieran pasado tiempo juntas. La disfruté mucho porque me hizo estar más conectada a mi madre, porque Isabel es de las únicas artistas que nos quedan tan grandes en este país. Aunque no la conocía en persona siempre la he tenido muy presente por esa extensión familiar musical. Me pasa lo mismo con Raphael, a él si lo he conocido mucho, por supuesto. Yo estudié con Alejandra y Manuel Martos en el colegio, y ahora veo que la hija de Alejandra y mi hija son amigas. Es muy bonito poder ser testigo de estas cosas.

¿Cómo crees que estará viviendo todo esto tu madre desde el cielo?
Yo creo que debe estar muy orgullosa por cosas que ella no pudo vivir y que ahora puedo hacer yo.