Kiko Hernández ha vivido esta semana uno de los días más felices de su vida. Sus hijas Abril y Jimena han cumplido tres años. Una acontecimiento que el madrileño compartía con sus seguidores de Instagram hace apenas unas horas.
Feliz por los 3 años de sus mellizas
El 19 de enero de 2017, el colaborador presentó oficialmente a sus mellizas. Dos niñas que nacieron por maternidad subrogada y que llenaron de felicidad su casa de Valdelagua, en San Agustín de Guadalix. Desde entonces, su vida no ha podido estar más colmada de felicidad. Ser padre ha logrado transformar su personalidad: ha pasado de ser uno de los colaboradores más mordaces de 'Sálvame' a ser la cara más amable del conocido "eje del mal" del programa (formado también por Mila Ximénez y Kiko Matamoros).Kiko no suele hablar de su vida privada. Tampoco es dado a mostrar públicamente a sus pequeñas. Lo que sí ha confesado es que el camino hacia la paternidad fue "muy largo" y costoso. En sus propias palabras calificó ese periodo como un auténtico "calvario". En el umbral de los 40 años tardó cuatro años en convertir en realidad su sueño de ser padre. Tuvo que lidiar con complejos procesos de adopción, de gestación subrogada (incluso una agencia lo engañó). Llegó a querer tirar la toalla. Pero, finalmente, pudo conseguir ser papá. "Es lo más grande que he hecho en mi vida", ha admitido Kiko al hablar de sus niñas.
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Su largo camino hacia la paternidad
Las hijas de Kiko Hernández nacieron en San Diego, por lo que tuvo que trasladarse a Estados Unidos para estar presente en el nacimiento. Hasta el último momento vivió una espera cargada de nervios y sobresaltos.
Firme ante los contratiempos
Las pequeñas fueron prematuras. Y Jimena nació nació con parada cardio-respiratoria. Sus primeros días fueron "muy difíciles". Kiko narraba entonces, de manera desgarradora, cómo en aquellas primeras horas tras llegar al mundo, se despedía de ella. Afortunadamente, la pequeña luchó por sobrevivir y salió adelante.
Un papá organizado y muy apañado
Una vez que pudo traerlas a España, Kiko preparó con mimo y esmero todo lo necesario para el cuidado de sus mellizas. Contrató los servicios de niñeras que lo ayudaran a cuidarlas mientras él se marchaba al trabajo. También estuvieron cerca sus padres y su hermana. El papel de la familia es muy importante en su vida.
Entregado en su faceta como padre
Los primeros seis meses de vida de Abril y Jimena, Kiko se entregó en cuerpo y alma al cuidado de sus niñas. Ocupaba su tiempo en trabajar y en atenderlas.
Una experiencia que le ha marcado
Kiko ha confesado que, después de tener a sus mellizas, ha sabido entender el amor que muchos de sus amigos sienten por sus vástagos. O la pasión con la que su compañera
Belén Esteban ha hablado siempre de su hija Andrea.
Con el instinto a flor de piel
Al hablar de la experiencia de la paternidad, Kiko Hernández ha confesado que enseguida sintió un amor profundo por Abril y Jimena. Sus sentimientos como papá le nacieron de manera inmediata y espontánea, consecuencia de un fuerte instinto paternal.
Un hombre feliz
A pesar del hermetismo que siempre ha mostrado en lo relativo a su vida privada, Kiko no ha ocultado ser plenamente feliz en su faceta como progenitor.
Abril y Jimena "son lo primero"
"Mis hijas son lo primero", ha explicado el colaborador. Es evidente que lo es. Cuando alguna vez ha mencionado a sus mellizas, sus ojos se iluminan al hablar de ellas. ¡Es todo un padrazo!