Dentro de apenas unas horas celebrarían su boda. Pero el 'sí, quiero' entre José Bono Junior (hijo del exministro socialista José Bono) y Aitor Gómez finalmente no se va a producir. La noticia de la ruptura de la pareja la anunció SEMANA en exclusiva meses atrás. Fue el pasado 21 de abril cuando esta publicación dio a conocer que la pareja había decidido echar el freno a sus planes de ser un matrimonio tras haber atravesado una grave crisis sentimental.
Entonces, el hijo de José Bono y su pareja tomaban la drástica decisión de suspender el enlace y parar los preparativos de la boda. Las cosas no iban bien entre ellos. Era mejor echarse atrás. En los días posteriores a la publicación de SEMANA, a Aitor no le quedó más remedio que responder a la pregunta que todos querían conocer: ¿Había roto definitivamente con su novio? Su respuesta sirvió para echar una cortina de humo que ocultara el huracán que estaba viviendo.
De este modo, optó por no ser fiel a la verdad. La revista 'Hola' afirmó poco después que el joven había desmentido que estuviera atravesando una crisis. Y mucho menos que hubieran dado por terminado su romance. Aitor mintió al asegurar que la boda la habían cancelado por culpa de la pandemia. Nada más lejos de la realidad: su relación estaba hecha trizas, tal y como había publicado SEMANA.
Cabe recordar que el 3 de julio era la segunda fecha que supuestamente había fijado la pareja para celebrar su enlace. Finalmente no habrá boda. Se les acabó el amor. Ya son dos las quiebras sentimentales en la familia de José Bono. Esta misma semana, su hija Amelia Bono y Manuel Martos han anunciado mediante un comunicado conjunto que se separan después de 15 años juntos y cuatro hijos en común.
«Tras casi 15 años, Manuel y yo hemos tomado la difícil decisión de separarnos como pareja, pero seguiremos juntos y unidos toda la vida por nuestros 4 tesoros, que son lo más maravilloso que tenemos, y por todo lo que han significado estos años juntos. Damos gracias a la vida por todo lo que hemos vivido y también por todo lo que nos queda por vivir», dicen en un texto que ambos han compartido en Instagram.
«Nuestro amor y nuestro cariño seguirá siendo igual de importante, igual de bonito, igual de grande, pero diferente. Y seguiremos viviendo nuestra felicidad con nuestros hijos y familias de la misma manera que hasta ahora. Hemos sido, somos y seguiremos siendo una familia feliz. Siempre. Gracias a todos por vuestros mensajes de cariño», añaden.
De este modo, Manuel Martos y Aitor Gómez quedan fuera ya del eje familiar de los Bono. Curiosamente, la expareja de José Bono Jr., que siempre se ha mantenido siempre en un segundo plano, ha mantenido siempre muy buena es su relación con Amelia Bono y con Ana Rodríguez, madre de José. Hay que recordar que José Bono y Ana Rodríguez se divorciaron en 2010, pero mantienen muy buena relación.
La crisis entre José y Aitor llega después de cinco años de convivencia. Su noviazgo fue desde el principio muy discreto, aunque el año pasado Bono abrió su corazón, explicó cómo era su relación con Aitor. ”Nos conocemos muy bien”, decía– y dejaba claro que consideraba muy importante dar visibilidad a su condición sexual para así poder ayudar a otros jóvenes que pudieran tener problemas a la hora de asumir o hablar abiertamente de su homosexualidad. “Hay que recordar que en algunos países es delito”, aseguraba.
En el caso de la ruptura de Amelia y Manuel, su historia de amor no ha podido ser más mediática. La pareja se conoció hace 14 años en el Chesterfield Café, en Madrid. Un año después se convirtieron en marido y mujer en una romántica boda el 27 de junio de 2008 en Toledo. Allí reunieron a lo más selecto de nuestro país. A lo largo de todos estos años han formado una bonita familia al lado de sus cuatro hijos que hasta ahora parecía idílica. Aficionados a las redes sociales, era habitual verlos bailando o compartiendo momentos en familia en sus respectivas cuentas de Instagram. En los últimos meses se habían diluido del todo sus habituales muestras de cariño en las redes sociales. El pasado 27 de junio, sin ir más lejos, era su aniversario de boda y no se produjo foto o mensaje alguno para conmemorar una fecha tan especial. Era la señal inequívoca de que el final de su bonito y prolongado affaire se había producido.