Isco Alarcón se ha convertido en el primer futbolista de la Liga que ha defendido públicamente a Jenni Hermoso tras el polémico beso que recibió sin consentimiento por parte de Luis Rubiales durante la celebración de la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. El jugador del Real Betis Balompié fue rotundo: "Si no fue consentido, fue un abuso de poder. Le mando todo mi apoyo a Jenni", dijo rotundo.

Su pareja, Sara Sálamo, que siempre ha sido muy crítica contra el machismo, apoyaba públicamente al futbolista: "Estamos contigo. Ni un paso atrás. Por suerte estaba grabado. Si no hubiera sido una 'histérica', 'exagerada'. Estamos cambiando las cosas. Un mundo menos abusivo e igualitario es posible". Aunque esta declaración fue muy aplaudida por la mayoría, hubo algunos comentarios muy críticos. Uno de ellos llamó especialmente la atención, ya que fue muy duro: "Que te va a decir este calzonazos si su mujer es otra que había que matarla y tirarla al río". Ella no dudó en ponerse en contacto con la Policía tras leer esto:

"Hola @policia, a ver cuándo llega el momento de rastrear  todas las IPs y dejar de consentir este tipo de agresiones y amenazas, aunque sean virtuales". Sara Sálamo está cansada de recibir mensajes duros a través de las redes sociales y ahora, cansada, ha querido dirigirse directamente a la Policía para que empiecen a ser más duros con este tipo de mensajes.

Isco Alarcón ha sido el primer en criticar públicamente el acto de Luis Rubiales, que precisamente este viernes presentará su dimisión en una Asamblea extraordinaria. Al futbolista se le ha reconocido el gesto de criticar el acto del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Aún así, siguen faltando más contundencia por parte de otros compañeros. Desde que empezara a correr como la pólvora la imagen del beso, el aluvión de críticas no ha cesado y, cerca de una semana después, el futuro del dirigente pende de un hilo. Sin embargo, y a pesar de las reacciones que se han ido sucediendo desde varios frentes (políticos, organizaciones, famosos y anónimos), se echaba en falta que algún futbolista hombre hablara alto y claro.