El 1 de mayo de 2019, la vida de Sara Carbonero e Iker Casillas dio un giro de 180 grados cuando el guardameta sufrió un infarto durante un entrenamiento con el Porto FC, equipo en el que estaba jugando. Desde ese momento, el portero tuvo que colgar los guantes para recuperarse y al poco tiempo decidió abandonar el fútbol profesional. Ahora, junto a Movistar+, Iker Casillas ha lanzado su propio documental, 'Colgando las alas', donde cuenta cómo ha sido su vida durante estos últimos años desde que tuvo que dejar su vida como futbolista profesional atrás por culpa del infarto. Una de las protagonistas, inevitablemente, fue Sara Carbonero, que ahora recuerda el terrible día en el que recibió una llamada anunciándole que Iker Casillas había sufrido un infarto.
Hay que recordar que a la presentadora le pilló lejos de Oporto y de Iker. Así mismo lo recuerda ella: "El 1 de mayo de 2019 yo estaba en Cádiz, había estado dos días por trabajo. Cogimos un vuelo con total normalidad hacia Madrid donde yo tenía que hacer una escala de 30 o 40 minutos para coger mi vuelo a Oporto", comienza diciendo Carbonero durante el documental. Y añade: "Ana me dejó sentada y a los 5 minutos de salir, volvió a entrar. Me dijo "Sara estate tranquila. A Iker le ha dado un infarto". Así fue", recuerda.
Iker Casillas relata cómo vivió el día que sufrió su infarto de miocardio
"Cogí el teléfono y lo llamé, no sé por qué lo hice porque era muy probable que no me respondiera." Sara Carbonero quiso llamar también a Sandro Pereira, seguridad del equipo: "Era raro porque Sandro siempre me responde. Cuando iba a subir al avión me llamó Iker, con la voz débil, pero me tranquilizó".
Iker Casillas también ha relatado cómo fue ese día y el miedo que sintió. «Ese día hice lo que hacía todos los días. Salimos a entrenar y tenemos la costumbre de dar dos vueltas al campo. Tengo la sensación durante medio segundo como que te sabe diferente cuando intento coger aire", comienza explicando. "Me noto que me falta el aire. En mi cabeza pienso que es alergia. Luego empiezo a tener otra sensación, que se me oprime el pecho y noto que no puedo respirar. Me tumbo en el suelo y digo que no puedo. Es como estar en una piscina de dos metros, estás en el fondo, quieres salir y no puedes«, comentó el de Móstoles.
«Era una angustia. Cada vez me faltaba más el aire. Cuando íbamos camino del hospital siempre pensé que era algo de la alergia, no pensé que iba a derivar en un infarto. Pregunté a la doctora si me iban a abrir el pecho. Noté el catéter hasta mi pecho y notas como una hormiguita. Hay un momento difícil cuando me metieron el líquido de contraste y le decía al doctor que no aguantaba, que me estaba quemando, pero el doctor me tranquilizó y me dijo que tenía que aguantar 30 segundos», recordó.