Sara Carbonero ha compartido recuerdos muy nostálgica de su vida en Oporto, etapa en la que todavía está casada con Iker Casillas.
Sara Carbonero ha echado la vista atrás para recordar una etapa en la que fue inmensamente feliz. En concreto, a su vida en Oporto, ciudad en la que vivió con Iker Casillas y sus pequeños durante aproximadamente cinco años. Dejaron el país luso con una tremenda tristeza y a la vez con mucha felicidad por regresar a España. Aunque nada hacía presagiar de que tras su vuelta se confirmaría su divorcio, las palabras de la periodista dejan claro que está nostálgica y que recuerda con emoción todo lo que veía a través de la ventana del salón en el que vivía con el exguardameta. "Extraño cómo se veía el mundo desde tu ventana. Jueves de saudade (anhelo)", ha escrito. Un mensaje que ha acompañado de varios hashtag entre los que destacan "la ciudad más bonita del mundo".
No obstante, Sara Carbonero no solo ha posteado fotos tomadas por ella misma, sino también una reflexión que parece cuadrar a la perfección con lo que siente al rememorar sus años en Oporto. "Todo cambia cuando te entregas. Todo fluye cuando no fuerzas. Todo llega cuando no esperas. Todo sana cuando aceptas", dice ella en sus redes sociales, una publicación que ha conquistado a muchos de sus followers este jueves. Entre otros Paula Echevarría, Ariadne Artiles, Paloma Cuevas o Esther Cañadas, quienes a través de emojis le hacen saber el sosiego que contagian estas instantáneas.
Fue hace unos 8 años cuando Sara Carbonero se mudó al país vecino. Dejó muchos de sus compromisos laborales y voló junto a su marido hasta Portugal, donde se instaló en una espectacular casa que mostró en el programa de Bertín Osborne. En un primer lugar, escogieron una lujosa y moderna vivienda en Foz do Douro, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad. Poco después se trasladaron a un piso, el que Sara ahora recuerda en su post, que estaba situado en un edificio histórico. Más pequeño, más acogedor, y más cerca aún del mar que su anterior vivienda. La casa siguió con los mismos muebles de su primera residencia portuguesa, mobiliario que también se han traído a España.Desde su ventana veía cada mañana un paisaje que le trasmitía una enorme paz, lo cual ahora echa profundamente de menos. Pero ¿cómo era esta vivienda en la que la familia de Carbonero vivió momentos tan bonitos? Estaba decorada con un gran mimo, tenía una gran cocina, pero sobre todo muchísima luz, la cual entraba por unos ventanales que ella fotografiaba con asiduidad. Además de tener vistas al Atlántico y disfrutar de atardeceres de revista, la comunicadora estaba enamorada de cada uno de los rincones de esta propiedad. Mostrados en sus redes sociales en diferentes momentos, la periodista es incapaz de olvidar todo lo que sintió allí.
Gtres
"Ya estamos en Porto, nuestra nueva ciudad. Aunque todavía no puedo descubriros muchos rincones (tiempo tendremos más adelante) sí os puedo contar las primeras sensaciones que estoy teniendo estos días. No hace falta estar mucho tiempo aquí para poder apreciar el aire bohemio de la ciudad, su incuestionable belleza decadente y su vivir despacio (slow life). Algo que me ha conquistado desde el primer minuto", escribió a su llegada en su blog.