El Príncipe Guillermo está haciendo frente a demasiados golpes de salud en su entorno. Además de su padre y de su mujer, quienes batallan contra un cáncer, hace unos meses enterró a un gran amigo de la familia. Thomas Kingston, marido de Gabriela, falleció a los 45 años por una"herida traumática en la cabeza", una muerte repleta de incógnitas. Tiempo después vuelve a enfrentarse de nuevo a un duro momento, esta vez por una persona de su pasado con la que compartió instantes importantes, pero por encima de todo intensos. 

Nuevamente vuelve a sufrir un golpe. Y es que alguien al que tuvo un gran cariño ha muerto cuando acababa de cumplir 47 años. Se trata de un profesor con el que el hijo mayor de Diana de Gales y Carlos III vivió grandes momentos, ya que era su instructor de vuelo. El sargento de vuelo Zach Stubbings, quien ha fallecido de cáncer tras estar expuesto a los humos del helicóptero durante años, deja así un gran vacío en los suyos. 

A pesar de que la enfermedad le fue diagnosticada en el año 2013, ha luchado con garra durante once años. Fue justo antes del diagnóstico cuando entrenó a Guillermo durante un total de tres años, lo que se traduce en mucho tiempo juntos en la base de la RAF Valley en Anglesey. También sobre las nubes, donde ambos soñaban con un futuro en calma.

Ha sido un compañero de trabajo suyo, un excomandante de la Marina, quien ha contado nuevos detalles de su fallecimiento de quien un día fue amigo del príncipe de Gales. 

Su 'marcha' fue hace algunas semanas, pero no ha salido en prensa británica hasta ahora. Tras diagnosticarle fibrosarcoma epitelioide, luchó con una sonrisa, pero teniendo claro que quería aferrarse a la vida. Sobre todo si tenemos en cuenta que su esposa, Anna Louise, había perdido a su primer marido y a su hijo de siete años en un accidente de tráfico, lo que le dejó completamente devastada. Una vez más la vida vuelve a asestarle un golpe que le deja fuera de juego. 

Empezó a experimentar algunos síntomas, pero pensó que era alergia, no obstante, nada más lejos de la realidad. El estar rodeado de humo sin protección, le provocó un tipo de cáncer "que nunca está en remisión". Así lo contó él mismo hace años en una entrevista, donde se lamentaba de su situación. "Fue un verdadero shock cuando me diagnosticaron cáncer. Es un tipo de cáncer que nunca está en remisión, pero puede estar activo o no. Me hago análisis de sangre regularmente para controlarlo, pero cambió mi mundo por completo. Era instructor en el momento del diagnóstico y tenía planes de avanzar en mi carrera, pero luego tuve que pasar a tareas más livianas y me dieron de baja en 2015. Fue un golpe muy duro", dijo en 'Wales Online'.

Un varapalo sobre el que, a fecha de este artículo, no se han pronunciado. Eso no quita que lamenten que la lacra del cáncer se siga llevando a personas de su alrededor, especialmente ahora que dos personas importantes para él están luchando contra esta enfermedad. A pesar de que Kate Middleton ya ha vuelto al trabajo, sigue peleando por mejorar y estar recuperada al cien por cien. Del mismo modo sucede con Carlos III. 

 

 

La salud de la Familia Real Británica, a examen

El padre de Guillermo no estaría pasando por un buen momento, según se ha revelado. Por esa razón, se habrían hecho unas modificaciones en su agenda, aunque él ha preferido no pronunciarse ni dar detalles. Tampoco ha explicado el tipo de cáncer que tiene, decisión sobre la que un trabajador del Palacio de Buckingham ha hablado en prensa. "Esto ha sido para llegar al máximo número posible de personas que padecen la enfermedad. Él no quería que se limitara el enfoque a una forma particular de cáncer", dicen. 

Fue solo 18 meses después de que Carlos III sucediera a su madre cuando recibió la peor de las noticias. Casi al mismo tiempo Kate Middleton empezó el 2024 conociendo que debía luchar contra una enfermedad que le alejaría de sus funciones durante un tiempo indeterminado. Un año después la Familia Real Británica sigue acaparando todas las miradas.