Este martes, Samanta Villar regresaba a Cuatro con un programa nuevo: 'Samanta y la vida de...'. La primera invitada a abrirse en cuerpo y alma fue Ruth Lorenzo, que habló de muchos momentos complicados de su vida, sobre todo de lo dura que fue su infancia y los comienzos en el mundo de la música. La cantante, que se ganó su reconocimiento internacional después de convertirse en quinta clasificada de Factor X en Londres y representar a España en Eurovisión 2014, dio su entrevista más sincera y relató lo mal que lo ha pasado a lo largo de su vida.
De tener un contrato discográfico a tener que robar en el super
Ruth Lorenzo ha hablado del precio de la fama. A pesar de que la murciana se convirtió en una gran estrella a nivel internacional, no siempre ha sido oro todo lo que reluce. Ruth ha revelado las luces y sombras que hay detrás del éxito. Y es que tal y como ha explicado, pasó de tener un contrato discográfico de un millón de libras a tener que robar en el supermercado o incluso a coger comida que había en los contenedores de basura en la ciudad.
"Firmé un contrato por cinco discos. EMI cayó en quiebra, tuvo diferentes asesores artísticos, con diferentes visiones de lo que tenía que ser...", comenzó relatando. Y añadía: "El entendimiento no llegó a ningún sitio y no llegué a sacar ningún disco. Tuve que deshacer el contrato”, ha contado Ruth Lorenzo que tuvo que tomar una de las decisiones más complicadas de su vida. A pesar de esto, ella creía que tras esa decisión venía la libertad y el poder ser libre, algo muy lejos de lo que verdad. Y es que después de eso vinieron los problemas. “Cuando prescindí del contrato pensé: soy libre, me voy a comer el mundo”.
Ruth Lorenzo ha desvelado que en ese momento se dio cuenta de que después tan solo le quedaban unas 50 libras para pasar el mes: “En ese momento fue lo difícil. Robé comida en Inglaterra y confieso haber cogido algún yogur supuestamente caducado cuando lo dejan en la basura”. Y ha añadido: “Había gente que se esperaba fuera del supermercado para hacer una foto conmigo y yo llevaba huevos robados en el bolsillo”. En ese momento, Ruth Lorenzo era una de las artistas más consagradas en Londres. Después tomó la decisión de regresar a España y representar a su país en Eurovisión del año 2014.
La artista vivió una infancia dura: sus problemas alimentarios
A pesar de que había terminado de contar un capítulo casposo de su vida, después llegaron otros tantos. Samanta Villar le preguntó por cómo había sido su infancia y ella desveló que tampoco había sido fácil. Para empezar, la cantante nunca llegó a conocer a su padre biológico, algo que le marcó desde pequeñita. Ruth se crió con el marido de su madre hasta que ellos se divorciaron y supuso otro revés en la infancia de la murciana: "La separación de mis padres me dejó agujeros en el corazón. Dejar nuestra casa de toda la vida me causó trastornos alimenticios. Tuve anorexia a los 9 años y bulimia también. Estuve hasta los 15 años sin que nadie sospechara nada”. Durante esos seis años, nadie conoció la enfermedad por la que estaba atravesando la artista, hasta que sus hermanos y su madre se dieron cuenta y le ayudaron a salir del pozo.
Durante ese tiempo, la cosa no era únicamente los problemas alimentarios, sino que la cosa llegó mucho más lejos y llegó hasta autolesionarse: "Si pasaba algo en el colegio, si me iba mal un examen,... Si pensaba que iba a ser un fracaso para mi madre merecía un castigo. Me autolesionaba. Me clavaba agujas, tijeras...”, ha confesado visiblemente emocionada. La música le ha ayudado a soportar todos estos momentos tan complicados que ha vivido a lo largo de la vida. De hecho, así sigue siendo. La música es su vía de escape y su forma de convertir el dolor en arte: “Cuando tengo algún momento en el que puedo tener un poco de tristeza y no estoy bien, lo que hago es cantar", ha zanjado en la que se ha convertido en su entrevista más personal.